Los sindicatos de trabajadores australianos, la Asociación de Empleados de Tiendas, Distribuidores y Afines y el Sindicato de Trabajadores del Transporte piden que se suprima el visado de trabajador de vacaciones, argumentando que el programa está plagado de explotación sistémica y generalizada.
Están pidiendo que se contrate a más jóvenes en las zonas regionales y rurales, e instan a los políticos federales a que permitan que más isleños del Pacífico trabajen en las granjas australianas.
Pero la Federación Nacional de Agricultores dice que, si bien los veraneantes que trabajan necesitan una mejor protección, prohibirlos no es la respuesta, ya que hasta el 80% de la fuerza de trabajo del sector hortícola es mano de obra inmigrante.
La Alianza Australiana de Productos Frescos o AFPA por sus siglas en inglés, estima que aproximadamente 130.000 personas con visas de trabajo y vacaciones son empleadas en los sectores agrícolas cada año.
Sin embargo, el número de viajeros y mochileros ha caído en casi 50.000 luego de que se introdujeran las restricciones para contener el virus COVID-19 a principios de este año.
Sobre estas presiones y la supuesta explotación sistémica en el sector, le preguntamos al agente migratorio en Sídney, Miguel Mudbidri.
