La ministra de Ciberseguridad, Clare O'Neil, afirma que esto convertirá a Australia en líder mundial en ciberseguridad para 2030.
Sólo este año, millones de australianos han visto sus datos robados y compartidos en línea tras los grandes ciberataques a Optus y Medibank.
De aquí a 2030 se destinarán casi 600 millones de dólares, la mayor parte a ayudar a las pequeñas y medianas empresas a combatir los ciberataques.
También hay 146 millones para defender infraestructuras críticas y mejorar la ciberseguridad gubernamental, y 130 millones para iniciativas regionales y mundiales de ciberseguridad.
Además se creará una junta especial -similar a la de investigadores de accidentes de transporte- para extraer lecciones de hackeos anteriores.
Sobre esta iniciativa del gobierno, conversamos con el experto en seguridad y estrategia de la Universidad Charles Sturt en Canberra, Cesar Alvarez.
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