Casi 100 adultos mayores mueren por COVID-19 semanalmente en residencias australianas mientras se espera nueva ola de contagios

Aged care restrictions eased as COVID infections grow

Huzurevlerinde COVID-19 tehlikesi tavan yapmış durumda. Source: SBS News

El aumento de casos por contagio de COVID-19 en los centros de atención para adultos mayores de Australia y el incremento en la tasa de mortalidad entre los residentes ha generado inquietud en el sector donde dos tercios de los proveedores de servicios para personas mayores podrían perder el control de los brotes en las próximas seis semanas. SBS conversó con la directora del hogar para adultos mayores Residential Gardens, Marta Terracciano, y el médico de familia, Gabriel Galindo, sobre la grave situación que enfrentan los geriátricos y residencias en Australia y las posibles consecuencias con la nueva ola de COVID en Australia.


Casi 100 adultos mayores que viven en residencias están muriendo por COVID-19 cada semana. Según los últimos datos, los más de 700 brotes actuales en Australia tienen vínculos con personas que viven en residencias para ancianos y los números registradospara 2022 alcanzan niveles casi récord. 

Un análisis en base a datos gubernamentales sobre el impacto de COVID-19 en residencias para adultos mayores muestra un aumento preocupante en la cantidad semanal de muertes, el número de brotes activos y la incidencia de contagio entre los residentes. 

El sector ha alertado que dos tercios delas residencias y proveedores de servicios para ancianos en Australia se vean afectados por una ola de brotes sin precedentes en las próximas seis semanas. 

 

La alarma se produce después que el ministro de salud federal, Mark Butler, advirtiera que millones de australianos entrarían en contacto con la infección en las próximas semanas. 

 

En total se registraron 91 muertes en la semana que finalizó el 8 de julioen residencias para personas mayores, frente a las 58 reportadas por el sector la semana anterior, según las últimas cifras. 

 

Estos números estan muy por encima del promedio semanal de 69 muertes registradas desde principios de marzo, cuando finalizó la última ola de la variante Ómicron. 
 
En lo que va del año, más de 2000 adultos mayores han muerto en residencias, eclipsando las cifras de muertes de 686 y 231 registradas en 2020 y 2021 respectivamente. 
 
Los proveedores de servicios informaron que en la última semana detectaron otros 110 brotes activos aumentando la cifra de personas infectadas a 737. El número de contagios asociados con esos brotes ahora se sitúa en 8633, la peor cifra registrada desde mediados de febrero, cuando Australia experimentó el pico de Ómicron durante la ola de verano. 
El director ejecutivo interino de la Asociación de Proveedores de Atención Comunitaria y de Ancianos, Paul Sadler, dijo que el sector experimentaría un “impacto sustancial en las próximas semanas”. 
 
Añadió que los sindicatos y los proveedores también pronosticaron una pérdida significativa de personal. 

Tanto el sector como los defensores que abogan por los derechos de los australianos mayores advierten que la actual ola de COVID-19 en las residencias está causando "gran preocupación". 

 
Mientras tanto, la Federación Australiana de Enfermería y Partería (ANMF, por sus siglas en inglés) dijo que sus miembros, que abarcan los trabajadores del cuidado de personas mayores, están exhaustos y afectados por estrés. 
 

La secretaria federal, Annie Butler, hizo un llamado a los australianos para que utilicen mascarillas, se queden en casa mientras estén enfermos y que seaseguren de mantener sus vacunas contra COVID-19 al día, para ayudar a aliviar la presión sobre los servicios de atención a personas mayores.

 

Todos los gobiernos estatales y territoriales de Australia han reducido el llamado periodo de inmunidad al COVID de 12 semanas a 28 días, lo que significa que se corre el riesgo de contraer el COVID tan sólo un mes después de la recuperación.El motor de este cambio es las subvariantes BA.4 y BA.5 de Ómicron, que hacen que más personas se vuelvan a infectar con COVID.

 

Actualmente el Grupo de Asesoramiento Técnico Australiano sobre Inmunización (ATAGI por sus siglas en inglés) recomendó específicamente la cuarta vacuna para los mayores de 50 años, mientras que las personas de 30 a 49 años pueden optar por esta cuarta dosis.

ATAGI reiteró que las personas que ya reúnen los requisitos, incluidas las mayores de 65 años, siguen teniendo un alto riesgo de padecer una enfermedad grave y de morir a causa del COVID-19.

Escucha las entrevistas haciendo clic en la imagen de portada.



 



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