Sinopsis:
Centroamérica se encuentra en una “tempestad migratoria” porque es una región de origen, de tránsito, de retorno, de desplazamiento interno y con volúmenes altos de inmigrantes, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El jefe de esta misión de la ONU para Honduras y El Salvador, Nicola Graviano, asegura que es muy compleja la situación de los inmigrantes que cruzan por Centroamérica en ruta hacia Estados Unidos.
Señala que esta situación es más evidente en Honduras, país con casi el 74 por ciento de su población viviendo en la pobreza y bajo la amenaza constante de la formación de caravanas de migrantes que emprenden la peligrosa ruta para llegar de manera ilegal a Estados Unidos.
De acuerdo a estadísticas del Observatorio de Migraciones Internacionales, en Honduras unos 700 hondureños deciden cada día emprender la ruta migratoria con el objetivo de llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
Además, este panorama migratorio se complica para Honduras por su posición geográfica. Entre enero y mediados de noviembre del presente año más de 154 mil personas cruzaron el país. Se trata de migrantes procedentes de Sudamérica, África y el Caribe.
La ciudad de Danlí, departamento de El Paraíso, es fronteriza con Honduras y se ha convertido en cuello de botella para los migrantes de tránsito, en su mayoría venezolanos, haitianos, ecuatorianos y africanos.
La crisis migratoria en Centroamérica se agrava por los deportados. Según datos de la Organización Internacional para la Migraciones, más de 164 mil centroamericanos fueron deportados hasta septiembre de 2022, principalmente desde Estados Unidos y México.
Según el mismo documento de la OIM las deportaciones dan cuenta que El Salvador registró más de 11 mil deportaciones, Honduras 78 mil y Guatemala 74 mil. En el panorama hondureño, la cifra incluye a más de 21 mil niños y adolescentes, muchos de ellos solos, que fueron deportados.
El otro punto crítico de migración irregular en Centroamérica es el tapón del Darién, la peligrosa selva que sirve de frontera entre Panamá y Colombia. Hasta hace poco, la mayoría eran haitianos y cubanos. Ahora, el flujo migratorio proviene de Suramérica, lo que ha desató una crisis humanitaria en la región.
Según Naciones Unidas, de enero a octubre de 2022, unos 211 mil migrantes cruzaron el Paso del Darién para continuar hacia su destino por Centroamérica, México y Estados Unidos.
Ante la “tempestad migratoria” en Centroamérica, el representante de la Organización Internacional de las Migraciones, Nicola Graviano, asegura que les preocupa los múltiples abusos de que son víctimas los inmigrantes de tránsito durante su recorrido por varios países.
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