Melbourne es famosa por ser una ciudad con una amplia gama de artistas callejeros motivados por diferentes razones, entre ellas, generar dinero adicional, aumentar su perfil o subsidiar sus salarios.
Algunos tienen una formación musical, mientras que otros ‘tocan de oído’. Pero, independientemente del talento o antecedentes de los artistas, los locales valoran los espectáculos y disfrutan de la variedad de muestras.
En entrevista con SBS Spanish, el solista colombiano y músico callejero, Sebastián Lugo, explicó que no es una coincidencia que los artistas callejeros en Melbourne sean tan entretenidos.
“Hay que tener permiso para cantar en la calle. Hay que sacar dos permisos, que se sacan en línea”.
Sebastián en Bourke Street, Melbourne. Source: Supplied
“Hay límites de volumen en zonas residenciales de la ciudad y durante ciertas horas del día. Toda esta información te la dan en una reunión que puedes buquear (reservar) en línea y apenas termines esa reunión, ese mismo día, puedes ir a cantar donde esté permitido”, explicó el músico colombiano.
Pero para cantar en las zonas más concurridas de la ciudad, como Bourke Street, donde las posibilidades de recaudar dinero son más altas y la exposición a las audiencias es mayor, los artistas deben someterse a una estricta evaluación.
“Esa calle requiere un permiso especial (para obtenerlo) tienes que hacer una audición, después de obtener el permiso general. Si pasas la audición entras a un grupo de WhatsApp”Para mantener la equidad entre los mejores artistas callejeros, las autoridades del municipio de Melbourne han diseñado un sistema de turnos en línea que le ofrece a todos los artistas que califican, la misma oportunidad de exponer su arte en la famosa Bourke Street.
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“Los artistas se ponen de acuerdo. Nos reunimos tal día y sacamos turno para tocar en esa calle, así es más organizado”, dijo.
Sebastián explica que la situación en esa parte de la ciudad es altamente competitiva.
“La cosa en Bourke Street, en el centro de la ciudad, se ha puesto más seria. (El lugar para tocar) está al frente de lo que es ahora el edificio de la GPO donde hay escaleras para que la gente se siente”.
Este sitio se convierte en una especie de anfiteatro improvisado, ideal para artistas como Sebastián. Decenas de personas se acercan atraídas por la música, a menudo con un café en las manos. Muchos eligen sentarse en las escaleras para descansar y absorber la música.
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“Hay mucha gente. En una calle tú tienes que estar como despierto de lo que está pasando alrededor tuyo y me he dado cuenta de la cantidad de latinos que hay acá en Melbourne. Entonces hay mucho apoyo.”
Tocar su guitarra y cantar en la calle le ha ofrecido a Sebastián la oportunidad de exponer su música y ampliar su fuente de trabajo.
“Eso es lo más chévere y reconfortante de esta experiencia. Toqué en un restaurante y bar peruano que fueron unos de los primeros que me dieron una mano. Ahora toco en un restaurante en South Bank, en la ciudad”.
También conoció a otra persona en la calle que le abrió las oportunidades en el ámbito musical de Australia.
“Un pianista australiano me vio en la calle y me dijo, ‘¿quieres sacar un proyecto conmigo?’ y de una se armó este grupo que se llama Jugo, y empezamos a escribir canciones, a meterle un concierto más alternativo a lo que pasa siempre con la música latina. Algo más experimental”.
Sebastián integra la banda Jugo con otros dos músicos y ya han presentado el primer álbum en un concierto. Ahora el grupo espera seguir en un camino ascendente que le permita exponer su arte a más personas alrededor del país.
“Salió increíble (el álbum). Somos tres integrantes. Se llama Jugo y tenemos una canción ahorita en Soundcloud que se llama Jugo Natural”.
Además de compartir su música en la calle Sebastián está estudiando psicología en la universidad. Por el momento todo le va bien y está más que contento en su nueva ciudad.
“Me quedó gustando mucho. Creo que le pasa a mucha gente que viene a Melbourne, o a Australia en general”, dijo Sebastián a SBS Spanish.