Sinopsis:
El gobierno de los Estados Unidos anunció que devolverá a México a la mayoría de los venezolanos que sean interceptados después de atravesar la frontera sur, apoyado en el Título 42, una normativa de salud pública impuesta al inicio de la pandemia y heredada de la administración del expresidente Donald Trump.
Con esta medida, desde la pandemia, los Estados Unidos han devuelto a México a dos millones y medio de solicitantes de asilo sin una audiencia de inmigración.
Se trata de la misma política que hace dos años el candidato demócrata Joe Biden denunció enérgicamente por su crueldad y exclusión.
Ya como Presidente, hace tres semanas, aseguró que “no es racional” deportar a los migrantes provenientes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Un día después de estas declaraciones, ante el escenario de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de los Estados Unidos se refirió a la situación de Venezuela como una “opresión política”, la cual hizo emigrar a más de 6 millones de venezolanos desde que la economía colapsó en 2014.
Por su parte, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, respondió a Biden, pidiéndole no manipular con el tema de las migraciones producidas en parte por las sanciones y los ataques hechos contra Venezuela, Cuba y otros países.
Pero a medida que se acercan las elecciones del 8 de noviembre, la nueva disposición de la administración Biden es que los venezolanos que crucen caminando o nadando la frontera sur de los Estados Unidos serán expulsados y cualquier venezolano que ingrese ilegalmente a México o Panamá no será elegible para llegar a los Estados Unidos.
Mientras, el gobierno mexicano señaló en su comunicado que permitirá temporalmente el envío de algunos ciudadanos venezolanos.
Sin embargo, los venezolanos insisten en ingresar a Estados Unidos pese a nuevas políticas migratorias que restringen su entrada.
Por otra parte, el gobierno del presidente Joe Biden acordó aceptar a hasta 24.000 migrantes venezolanos en aeropuertos de Estados Unidos, de la misma manera como admite a los ucranianos desde que empezó la guerra con Rusia.
Las medidas son en respuesta al drástico aumento de migrantes procedentes de Venezuela, quienes en agosto rebasaron a los de Guatemala y Honduras para representar la segunda nacionalidad más numerosa en llegar a la frontera de Estados Unidos, sólo detrás de México.
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