Las universidades deberán invertir en la construcción de residencias para seguir manteniendo los números de estudiantes internacionales. Así lo comunicó el gobierno esta semana para aliviar la crisis de vivienda que existe en las principales ciudades.
Por su parte, las universidades lamentan el daño político que se está haciendo al sector y achacan a otros factores la escasa oferta de alojamiento y la subida de precios.
Para poder enfrentarse a un futuro con certeza económica, las universidades dependen del flujo de estudiantes internacionales y ven con escepticismo la solución para paliar la crisis. Representantes del sector educativo lamentan que la reducción de jóvenes conllevará menos ingresos, más déficit universitario y repercutirá en la reducción de servicios, personal y calidad de educación. También la investigación y el desarrollo se cerán afectados.
SBS Spanish conversó con Ángel Calderón, Director de Análisis Estratégico de la Universidad RMIT. El profesional asegura que resolver el problema de los espacios residenciales no va a resultar algo fácil para las universidades.
No es función de las universidades estar construyendo edificios de apartamentosÁngel Calderón, Director de Análisis Estratégico en la Universidad RMIT
Calderón subraya la importancia de los estudiantes internacionales, teniendo en cuenta que el número de estudiantes domésticos no crece. Para poder sobrevivir, dependen del flujo de jóvenes extranjeros.