Gracias a la pandemia… descubrí cómo suena mi voz en el idioma de mis abuelos | Ep 4

Emily, Olivia and Armando Dacal.

Emily, Olivia and Armando Dacal. Source: Supplied

Para escapar de la tristeza y el aburrimiento que trajeron los largos confinamientos que se vivieron en Melbourne entre 2020 y 2021, Olivia Dacal, una adolescente estadounidense, aprendió a tocar la guitarra y sorprendió a todos cuando cantó en español, el idioma de sus abuelos.


Los diversos confinamientos que se vivieron en Melbourne a lo largo de 2020 y 2021 sumaron poco más de 260 días de aislamiento. Eso es mucho para cualquier persona, pero para una adolescente como Olivia Dacal, eso significó una pausa que le permitió desarrollar un proyecto musical en otro idioma, el español, la lengua de sus abuelos.

Así que cuando el aburrimiento y el tedio de los días de aislamiento comenzaban a hundir en la tristeza a esta pequeña, ella se refugió en su habitación y aprendió a tocar la guitarra y preparó una sorpresa para toda la familia.

Olivia nació en los Estados Unidos hace 17 años. Poco después su familia emigró a Australia, donde se estableció desde hace casi 14 años. Además de sus padres, Armando y Emily Dacal, Olivia venía acompañada de su hermanita Lucía. Esther, la más pequeña de las Dacal, nació casi siete años después en Australia.

Olivia con sus padres.
Olivia con sus padres. Source: Supplied


Pero la historia de esta familia comienza en América Latina. El abuelo materno de Olivia es mexicano y su abuela materna es salvadoreña. Los abuelos paternos de esta adolescente nacieron en Cuba. Todos ellos emigraron a los Estados Unidos, donde echaron raíces y vieron crecer a sus respectivas familias a las que pertenecen Emily y Armando, los padres de Olivia.

Español en casa e inglés en la calle

Como sucede con muchas familias migrantes, Emily y Armando crecieron escuchando y hablando dos idiomas: el español en casa y el inglés afuera.
En mi casa, gracias a Dios, nuestros padres nos forzaron a hablar español", comenta Armando Dacal. "Mi padre siempre me dijo en la casa español e inglés en la calle.
Emily, su esposa, tuvo una experiencia similar. Aunque ella dice que con el paso del tiempo la lengua inglesa fue ganando terreno en su vida y el español quedó reservado solo para las conversaciones donde estaban presentes sus papás, ya que hasta con su hermano hablaba en inglés. 

Más adelante, al emigrar a Australia, Emily y Armando poco pudieron hacer para conservar el español en su vida diaria; aunque ambos lo hablan, ellos se comunican la mayor parte del tiempo en inglés. 

Sin embargo, esta pareja siempre tuvo la intención de heredar ese idioma a sus hijas, porque para ellos hablar español no solo es una oportunidad de desarrollo, también es una conexión a su cultura.  

“[El español] es la conexión a la cultura y para saber quién son. Para mí es la cosa más importante, conocer de dónde vienen. Hablar el idioma es súper importante para conocer quiénes son”, dice Armando.

Difícil aprender un idioma cuando las oportunidades de practicarlo son pocas

Emily Dacal cuenta en entrevista con SBS Spanish que constantemente empuja el español en las conversaciones con sus hijas. Para ella hablar el idioma de los abuelos no solo es una posibilidad de mantener el vínculo familiar con los que se quedaron en Estados Unidos, también es un medio para que sus hijas conozcan quiénes son y de dónde vienen.

“Para mí es muy importante que hablen español. Yo les digo que es parte de nosotras y que un día van a tratar de saber de dónde vienen, quién son y la importancia de eso. También es importante para que hablen con los abuelos, para que se conecten con las historias de nuestra gente”, explica Emily.
The Dacal family of Melbourne.
La familia Dacal. Source: Supplied
Sin embargo, a pesar de las clases extracurriculares para aprender español y de las actividades sociales a las que de vez en cuando asisten con otras personas de habla hispana en Melbourne, el idioma no había logrado echar raíces en las pequeñas integrantes de la familia Dacal.

“Ha sido muy difícil. Hay temporadas que me dicen: ‘no, ya no queremos hablar español’. Porque como no tienen amigos que hablen ese idioma. Entonces me contestan en inglés, cuando yo les hablo en español. Pero yo sigo adelante, sigo empujando para que lo hablen”, afirma convencida Emily.

Confinados por casi nueve meses

La oportunidad para integrar el español en la vida diaria de los Dacal llegó casi sin advertirla. 

Con la pandemia por el coronavirus las rutinas y actividades de esta y muchas otras familias cambiaron. De manera intermitente, durante 2020 y 2021, la familia Dacal, al igual que los más de cinco millones de habitantes de Melbourne, permanecieron confinados por casi nueve meses. 

“Al principio lo miramos como todo el mundo, como una oportunidad de conectarnos como familia. Yo normalmente por el trabajo viajo mucho", señala Armando.
Antes la pandemia estaba viajando seis meses al año en promedio. Y con la pandemia me quedé en casa, entonces pude pasar mucho más tiempo con las niñas.
Sin embargo, la familia Dacal confiesa que también hubo días complicados. De un momento a otro todos estaban trabajando o estudiando desde casa. Eran cinco personas conectadas en línea a la vez y a veces era difícil conciliar las necesidades de todos.

Otra de las nuevas rutinas que la familia abrazó con entusiasmo fue la idea de practicar el español en casa, ahora que todos estaban juntos.

“Una de las cosas que hicimos con las niñas para seguir fomentando el español fue ver películas o programas en ese idioma. Cualquier posibilidad que tenemos para hablar español, para que escuchen español, hacemos ese esfuerzo para conectarlas a la cultura”, detalla Armando.

Tutoriales de guitarra para romper el tedio

Para Olivia, en plena adolescencia, ese tiempo fue particularmente difícil. Por momentos se sentía atrapada, triste y frustrada por no poder ver a sus amigos. Así que al observar que su padre y una de sus hermanas rompían el tedio aprendiendo a tocar la guitarra, ella se impuso también este reto.

Olivia with her parents.
Los Dacal, familia de origen hispano en Australia. Source: Supplied


Olivia comenzó a buscar tutoriales en YouTube y sola, apoyada en sus conocimientos de música y confiada en su buen oído, empezó a tocar la guitarra.
Me sentía muy sola porque no podía ver a mis amigos", cuenta Olivia. "Tampoco podía ver a mi familia que vive en los Estados Unidos y me sentía triste.
La música liberó la mente de esta pequeña sumida en esa revolución que es la adolescencia, una etapa de la vida que si bien ya es difícil, pasarla alejada de los amigos y bajo encierros interminables puede ser tremendamente abrumador. 

Al reto de aprender a tocar un nuevo instrumento de manera autodidacta, Olivia sumó la tarea de practicar su español. 

“Mi español no es muy bueno", confiesa tímidamente Olivia,"pero me gusta conectar con mi cultura, aunque es difícil porque no lo puedo hablar muy bien”. 

Días y días de encierro en su recámara viendo tutoriales para aprender a tocar la guitarra dieron a Olivia la confianza de emprender su siguiente reto: aprendería a tocar y cantar la canción favorita de su abuelo mexicano. 

Semanas después Olivia sorprendería a su familia cantando y tocando una de las canciones más emblemáticas de la música ranchera mexicana.

Ella, del cantautor José Alfredo Jiménez, es el título de la canción favorita del abuelo de Olivia. Una canción que habla del amor, del rompimiento y del dolor que se cura con música de mariachi. 

Olivia practicó y practicó esta canción en la guitarra, grabó un video y se lo mostró a su padre.

“Cuando vi el video fue muy emotivo porque era la primera vez que ella cantaba este tipo de música”, comenta conmovido Armando.

Emily sabía que esta canción llenaría de orgullo a su padre, el abuelo de Olivia, pero nunca pensó que lo haría derramar lágrimas.

"Con la pandemia no hemos podido visitar a la familia en los Estados Unidos y los extraño mucho", dice Emily.
Entonces, cuando le llamamos a mi papá para que vieran a Olivia en YouTube lo vimos que empezó a llorar. Nunca lo habíamos visto llorar. Fue muy muy conmovedor.
Olivia estudia español los sábados en una escuela de Melbourne y también practica con una amiga de su escuela.

Para ella explorar este idioma es una oportunidad de ser diferente, de ser especial, y confía en que quizá algún día este idioma le ayude a llegar a ser una súper estrella como lo fue Selena Quintanilla, la reina de la música Tex-Mex. 

“Me siento muy feliz de ser diferente, de tener raíces latinas. Aunque a veces es difícil mantener el español porque muy poca gente lo habla aquí y yo quiero practicar”, dice contenta Olivia.

Escucha la historia con las voces de sus protagonistas y disfruta de la música de Olivia Dacal presionando en el ícono que se encuentra sobre la imagen principal.

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