Sinopsis:
El izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva inició su tercer mandato como presidente de Brasil, en una toma de posesión marcada por la división política.
El presidente entrante se comprometió a "retomar la integración" en América Latina, en contraste con el "aislamiento” al que fue sometido el país en los últimos años con el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Lula portó la banda presidencial frente a una población sumamente polarizada, después de ganar las elecciones por poco más de dos millones de votos sobre Bolsonaro, lo que derivó en multitudinarias protestas en las que se denunciaba un supuesto fraude electoral.
Acompañado por una mujer, un líder indígena, un niño afrodescendiente, un trabajador, una persona con discapacidad y un perro, el exsindicalista tomó posesión ante representantes de al menos 120 países.
Contenido relacionado:
Lula gana por poco margen la presidencia de Brasil a Bolsonaro, que guarda silencio
Además, prometió que no quedarán impunes los responsables por la gravedad de la pandemia en Brasil, donde murieron casi 695.000 personas por COVID-19.
Lula llamó a la unidad del país, en clara alusión a los 58 millones de brasileños que votaron por Bolsonaro.
Una de las mayores expectativas están en el viraje medioambiental que Lula ha promovido como una de sus grandes banderas, principalmente la protección de la Amazonía, donde la deforestación aumentó 60 por ciento en el gobierno de Bolsonaro y el consecuente impacto en el cambio climático.
Ante dicho reto, Lula nombró como ministra de Medio Ambiente de Brasil a Marina Silva, activista en defensa de la Amazonia y ganadora del Premio Goldman, considerado el nobel de ecología.
Horas después de jurar el cargo, Lula firmó trece decretos como primer paso para revocar polémicas medidas dictadas por Bolsonaro en materia de armas y medioambiente.
En materia de armas, suspendió la emisión de nuevos permisos para la compra y la creación de clubes de tiro, además se creará el Gobierno un grupo de trabajo dedicado a definir una nueva política de desarme.
En el apartado medioambiental, determinó la reactivación del llamado Fondo Amazonía, constituido con donaciones de Alemania y Noruega para contribuir con la protección de la mayor selva del mundo con un gran valor ecológico para todo el planeta y que había sido suspendido por decisión de Bolsonaro en 2019.
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, estuvo ausente en la toma de investidura de Lula. El derechista viajó a Estados Unidos, a dos días del fin de su mandato.
Este viaje se transformó rápidamente en uno de los asuntos más comentados en Twitter, donde muchos opositores lo acusaron de “fugarse” del país para evitar eventuales problemas judiciales por supuesta divulgación de información falsa sobre la vacuna contra COVID-19, uso de mascarillas y ataques al Tribunal Superior Electoral (TSE).
Presiona el botón de reproducción al inicio de esta página para escuchar el informe completo.