El primer ministro australiano suma su voz a otros que piden que las compañías de redes sociales sean más responsables con lo que se publica en sus plataformas.
Para Scott Morrison no es posible que estas empresas obtengan los beneficios financieros sin aceptar también la responsabilidad moral de garantizar que sus sitios no se utilicen para fomentar el odio.
“Si ustedes pueden escribir un algoritmo para asegurarse de que los anuncios que quieren que se vean aparezcan en el teléfono móvil, estoy bastante seguro de que pueden escribir un algoritmo para eliminar el contenido de odio en las plataformas de redes sociales. Así que tenemos que trabajar con ellos”, declara Morrison.
En la carta que escribió al presidente del G20, Morrison señalaba que es "inaceptable tratar a Internet como un espacio sin gobierno".
El Primer Ministro también destacó la necesidad de desarrollar consecuencias claras para las empresas de tecnología y redes sociales en caso de que faciliten la propagación de actos de odio.
Sobre el rol que juegan las redes sociales en la globalización del odio conversamos con César Álvarez, profesor de Estudios sobre Terrorismo y Seguridad de la Universidad Charles Sturt, en Canberra, quien también ha trabajado para la rama de Prevención del Terrorismo en los Estados Unidos y en el Australian Strategic Policy Institute.