Se trata de un plan de capital compartido que permitiría a los compradores de viviendas que reúnan los requisitos necesarios, con un depósito de al menos el 2 por ciento, adquirir una vivienda, y el gobierno cubriría hasta el 40 por ciento del coste de una propiedad de nueva construcción o el 30 por ciento del coste de una existente.
La ayuda a la compra estará abierta a los compradores que no sean propietarios de una vivienda -no sólo a los que compren su primera casa-, pero los compradores elegibles deben ganar menos de 90.000 dólares al año, o 120.000 dólares si son una pareja.
Los participantes deberán recomprar la parte de su casa que le corresponde al gobierno si empiezan a ganar más de la cantidad del umbral salarial.
El plan está limitado a 10.000 plazas al año y el valor de las propiedades tiene un tope que varía según el estado.
En Sídney y la región de Nueva Gales del Sur, el límite es de 950.000 dólares; en Melbourne y la región de Victoria, de 850.000 dólares; en Brisbane y la región de Queensland, de 650.000 dólares. En Perth, Adelaida, Hobart y Darwin, ese límite de precio se fijó en 550.000 dólares, y en 600.000 dólares en Canberra.
Entrevistada: Tiffy Rubinat de la plataforma inmobiliaria, Wealthi.