En el contexto del cambio de Gobierno en Colombia, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) presentó un informe con el balance de la relación del presidente saliente, Iván Duque, con los medios de comunicación donde se expone cómo los periodistas se convirtieron en blanco de la violencia durante su mandato. Es por eso que piden a Gustavo Petro que envíe un mensaje político estableciendo que “el periodismo no es el enemigo del Gobierno”, sino “un actor más dentro de la democracia”.
Los periodista colombianos esperan que el discurso de paz enviado por el nuevo presidente, Gustavo Petro, durante su investidura también los incluya a ellos.
El informe presentado por la FLIP titulado “”, señala que de 2018 a 2022 cinco periodistas fueron asesinados por razones de su oficio y otros 753 recibieron amenazas de muerte.
El balance también critica la estrategia del gobierno de Duque de priorizar la comunicación institucional y señala que la Presidencia gastó más de 46 mil millones de pesos colombianos (cerca de 15 millones de dólares australianos) en publicidad oficial.
Otro aspecto que enfatiza el documento son las agresiones a la prensa por parte de funcionarios públicos, contabilizando 374, al igual que 411 agresiones por parte de la fuerza pública, en un periodo que estuvo marcado por múltiples protestas y marchas en contra del gobierno, en los que hubo múltiples enfrentamientos de los ciudadanos con la fuerza pública.
El periodismo es un actor más dentro de la democracia y debe tener las garantías para hacer su trabajo.Jonathan Bock, director ejecutivo de la FLIP-Colombia
En entrevista con SBS Spanish, Jonathan Bock, director ejecutivo de la FLIP en Colombia, señaló que “el balance de estos cuatro años en materia de libertad de prensa es un balance negativo”.
Además de los cinco asesinatos de periodistas colombianos, Jonathan Bock también destacó las amenazas a cientos de sus compañeros. “Nuevamente Colombia vive un pico de violencia contra la prensa. En los últimos cuatro años, 750 periodistas han sido amenazados. En varios de esos casos, los periodistas terminan siendo obligados a salir de sus ciudades y a tener que reubicarse en otros lugares”.
Si bien en Colombia existe un programa de protección a periodistas, el director de la FLIP denunció que éste no fue efectivo a la hora de otorgar medidas de protección durante la gestión de Duque.
Este mecanismo no dio los resultados y no terminó implementándose tampoco una reacción contundente por parte del Gobierno cuando se presentaron los diferentes hechos graves de violencia en contra la prensa.Jonathan Bock, director ejecutivo de la FLIP-Colombia
Jonathan Bock consideró que las cifras presentadas en el informe de la FLIP muestran que la protección a la prensa no fue una prioridad del gobierno de Duque, por lo que piden al nuevo presidente de Colombia que mande “un mensaje político de que el periodismo no es el enemigo del Gobierno”.
Para el director ejecutivo de la FLIP-Colombia hay tres grandes retos que deberían ser prioridad para este Gobierno para restablecer los lazos con la prensa: seguridad para los periodistas, acceso a la información pública y generar incentivos o proyectos para estimular el periodismo regional.
“El periodismo es un actor más dentro de la democracia y debe tener las garantías para hacer su trabajo… El presidente tiene que entender que su rol es de máximo servidor público, donde debe estar sujeto al escrutinio de la prensa y debe ser el que mayor tolerancia tenga hacia el ejercicio periodístico”, concluyó Jonathan Bock.
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