El nuevo gobierno australiano tendrá un Senado potencialmente hostil ya que deberá lidiar con unos diez senadores de partidos minoritarios e independientes, entre ellos Una Nación (One Nation) de la líder xenófoba Pauline Hanson, que retornó al legislativo en virtud de los cambios promovidos por Malcolm Turnbull, con apoyo del Partido Verde, en los mecanismos de elección.
Hanson vuelve al Senado después de casi 20 años y llega con su controversial discurso anti- inmigración.
Ella ha reiterado su pedido de que haya una royal Commission, una investigación de alto nivel sobre el Islamismo. Ella quiere saber si es una religión o una ideología.
Pauline Hanson también quiere ver cámaras de vigilancia en mezquitas y escuelas en Australia. Quiere que se prohíba el burqa, y que se cierre la inmigración a los musulmanes y a los refugiados.
Pero su discurso no solo se enfoca en los musulmanes. También dijo que su advertencia en 1996 de que Australia se vería invadida por asiáticos se ha confirmado.
Hanson asegura que su visión se ha visto reivindicada por el voto de la gente. Ella cree que puede terminar con al menos 6 senadores.