De ser confirmado por el Senado, Mayorkas, nacido el 24 de noviembre de 1959 en La Habana, será el primer hispano e inmigrante en dirigir el DHS, encargado de la inmigración y la seguridad fronteriza.
Hijo de un judío cubano y una judía rumana que llegaron a Estados Unidos en 1960 huyendo de la revolución de Fidel Castro, Mayorkas, más conocido por su apodo "Ali", es un abogado y exfiscal federal, que vivió primero en Miami y luego se radicó con su familia en Los Ángeles.
Como el cubano-estadounidense de más alto rango en el gobierno de Barack Obama, del que Biden fue vicepresidente, fue subsecretario del DHS entre 2013 y 2016 y antes director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) de 2009 a 2013.
Mayorkas es considerado el arquitecto de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), la política migratoria instaurada por Obama por orden ejecutiva para permitir residir temporalmente a quienes fueron traídos cuando niños como inmigrantes indocumentados, también conocidos como "dreamers".
Desde su llegada al poder en 2017, Trump intentó cancelar el DACA, que ampara actualmente a unos 700.000 "dreamers", la mayoría latinoamericanos. Pero Biden ha prometido garantizarlo cuando asuma el cargo el 20 de enero.
El reto que enfrenta Mayorkas va más allá de poner fin a las cuestionadas políticas migratorias de Trump, en particular la separación de familias y el aislamiento de niños para disuadir la inmigración irregular.
Sobre la designación de Mayorkas, conversamos con el asistente honorario y decano de la Escuela de Estudios Internacionales, e investigador principal de Estudios Cubanos en la Universidad de Miami (jubilado), analista político y consultor, Andy Gomez.