A sus 33 años, Diana Guerrero no cree que pueda ser más feliz: Casada, con dos hijos y una profesión en la industria farmacéutica, Diana ha encontrado además la fe en el islam, al que se convirtió después de que la curiosidad por esta religión la llevara a su encuentro.
“Me generó tanta curiosidad, que comencé a leer e investigar, y por internet conocí personas colombianas que eran musulmanas. Entonces empecé a hacer muchas preguntas, porque yo había crecido en una familia supremamente católica: colegio católico, universidad católica, entonces siempre tenía muchas dudas en mi cabeza y hacía mucha comparación”, comenta Diana.
Según ella, al aprender más sobre esta religión, sintió que era “el lugar donde debía estar”.
Entonces regresó a Colombia y allí descubrió que su novio de toda su vida casualmente también se había convertido al islam.
mezquita Central Abou Bakr Alsiddiq, en Bogotá, Colombia. Source: Wikipedia
Según datos del Pew Research Center en 2009, se determinó por censo que en Colombia convivían unos 14.000 musulmanes practicantes del islam, procedentes de diversos países principalmente asiáticos. Entre estos se destacan libaneses y palestinos.
Diana Guerrero reconoce que en un principio su conversión fue tomada con desconfianza por sus amigos en Colombia, pues no entendían las razones de su decisión.
“Como que no comprendían, pensaban que me había dejado lavar el cerebro e inclusive mi familia no estaba muy feliz con el tema, pero cuando todos empezaron a ver que yo tenía un cambio realmente muy positivo tanto en mi comportamiento, como conmigo misma y hacia los demás, empezaron a entender que finalmente era algo bueno”.
Como Diana y su esposo provienen de familias católicas, decidieron casarse en privado, sin el conocimiento de ellos. Pronto nacería Isabella, quien ayudaría a matizar cualquier rechazo que pudiera haber existido en su familia acerca de su nuevo rumbo espiritual.Después de Isabella, llegó Sebastián y también el deseo mutuo de la pareja de trasladarse a Australia. De esta manera, en el 2011 Diana regresa con su familia y se radica en Melbourne, donde actualmente trabaja para una multinacional que conduce estudios clínicos.
Diana Guerrero y su esposo Source: Provided by Diana Guerrero
Isabella, de 7 años y Sebastián de 5, asisten a un colegio islámico donde, según Diana, son muy reconocidos por su cultura latina. Esta administradora de empresas agrega que en Australia, ni ella ni su familia han sido víctimas de discriminación.
“Yo me siento una persona muy bendecida porque mi comunidad colombiana, mis amigos, las personas que me rodean, simplemente respetan el hecho de que pertenezca a una religión diferente, pero en ningún momento me discriminan, ni me tratan diferente, ni me excluyen porque yo tenga una creencia religiosa diferente”.
Diana Guerrero y su familia, en Australia. Source: Provided by Diana Guerrero
“Australia es un lugar abierto a todas las culturas y a las personas les llama mucho la atención enterarse y dicen: “oye esta chica es colombiana y es musulmana, qué cosa tan rara” y me empiezan a preguntar, cosa que a mí me encanta, porque esa es una manera para las personas que no pertenecen a la comunidad islámica, de acercarse un poquito y entender cuál es la realidad de lo que nosotros creemos, qué es lo que seguimos y no simplemente dejarse llevar por cosas que de pronto muestran tergiversadas en la televisión o en otros medios de comunicación.”
Explicando el ramadán
La comunidad musulmana mundial inició el pasado lunes un mes de ayuno, conocido como ramadán, cuando solamente se puede comer y tomar agua antes del alba y después del atardecer.
Diana Guerrero comenta a SBS español que para los musulmanes el ramadán “es una época que siempre estamos esperando. Es una época muy alegre y, contrario a lo que la comunidad no musulmana pensaría en el sentido de que es muy duro y súper complicado, no lo es.”
Con mucho entusiasmo, y orgullosa de su conocimiento, Diana explica que el ramadán (ayuno) es uno de los cinco pilares del islam. Los otros cuatro son la profesión de fe, la oración, la caridad y el peregrinaje a la Meca, ciudad natal de Mahoma y la más importante de todas las ciudades santas del islam.
Sobre este último, Diana asegura que se visualiza en unos diez años cumpliendo con su sagrado deber. Época para la cual sus dos hijos tendrán 17 y 15 años.
Escucha al inicio de esta historia, la entrevista con Diana Guerrero y su explicación de la celebración del mes del ramadán.