Seis voluntarios del Servicio Rural de Bomberos (RFS, siglas en inglés) de Nueva Gales del Sur (NSW) sufrieron heridas leves después de que su camión cisterna rodará. Esto ocurrió mientras combatían “en condiciones difíciles” el incendio de la montaña Clyde en Eurobodalla, en la costa sur del estado.
Los seis bomberos que estaban dentro del vehículo fueron llevados al hospital para observación. Tres de los voluntarios permanecieron en el hospital durante la noche, mientras que los otros tres fueron dados de alta poco después del incidente.
El accidente ocurrió este jueves por la noche, cuando el incendio de Badja Forest Road se fusionó con el incendio de la montaña Clyde, que se extiende desde Bega hasta Bundanoon, y se advirtió a los residentes de la zona que buscaran refugio.
Esto se produjo apenas unas horas después de que el país conociera de la tragedia de la muerte de tres bomberos estadounidenses, que perecieron cuando su avión de bombardeo de agua, un C-130, se estrelló el mismo jueves después del mediodía.
El vicepremier de Nueva Gales del Sur, John Barilaro, dijo que los seis bomberos fueron trasladados al hospital con heridas después del accidente de anoche.
En declaraciones a la cadena de noticias ABC, Barilaro habló de las condiciones difíciles en las que trabajan los bomberos.
"Se puede ver claramente que son condiciones difíciles y nuestros voluntarios van más allá de la norma para tratar de proteger la comunidad y la vida", señaló.
Los paramédicos fueron llamados a la escena en la esquina de Princes Highway y Tomakin Road, Mogo, justo después de las 11 pm del jueves.
Los bomberos heridos están siendo atendidos en el Hospital Batemans Bay. Se entiende que las heridas son lesiones menores de cabeza, espalda y cuello.
Mientras tanto, esta mañana en el Sydney Airport Hotel se mantuvo un minuto de silencio con los equipos de bomberos para los tres especialistas en extinción de incendios aéreos de EEUU que murieron ayer.
El ministro de Servicios de Emergencia, David Elliott, y el comisionado de NSW RFS, Shane Fitzsimmons, despidieron esta mañana a 30 bomberos estadounidenses y canadienses que se dirigen a casa después de ayudar en los esfuerzos en Australia.
El comisionado Fitzsimmons agradeció a todos por su trabajo.
"El hecho de que hayan levantado la mano, venido aquí y se hayan comprometido con nosotros durante esta lucha contra unos incendios difíciles y sin precedentes, habla mucho de su compromiso y dedicación", les dijo Fitzsimmons.
El comisionado también confirmó que se llevará a cabo un servicio de homenaje estatal para los bomberos muertos en esta temporada de incendios forestales.
En diciembre, tres voluntarios de NSW RFS murieron mientras estaban en servicio, después de que sus vehículos rodaron durante la catastrófica temporada de incendios que inició el año pasado.
Los miembros de la brigada de Horsley Park, Geoffrey Keaton, de 32 años, y Andrew O'Dwyer, de 36, perecieron cuando un árbol cayó en el camino de su camión cisterna, lo que hizo que rodara, cerca de la ciudad de Buxton, NSW, el 19 de diciembre.
Poco menos de dos semanas después, Samuel McPaul, de 28 años, murió cerca de Jingellic, a unos 110 kilómetros al este de Albury en Nueva Gales del Sur, cuando el camión en el que viajaba fue golpeado por vientos extremos y se volcó sobre su techo.
NSW RFS dijo que las condiciones de incendio habían disminuido el viernes, luego de un cambio hacia el sur que provocó lluvias ligeras y condiciones más frías en los incendios en la costa sur del estado.