La Melbourne Cup, otrora tildada la carrera que detiene a Australia ha sido considerada como aquella que “divide” al país. La razón: las recientes denuncias de la cadena australiana ABC en las que se pone en evidencia que los caballos de carrera que son dados de baja van a parar a los mataderos. En ellos, estos animales son maltratados y golpeados.
Extravagancia vs crueldad animal
En el lado del glamur y la extravagancia que se saca a relucir este martes en el hipódromo de Flemington, en Melbourne, están las millonarias apuestas y el desfile de los trajes más lujosos para ver a 20 de los mejores caballos de carrera competir por un premio de 8 millones de dólares.
En esta carrera de caballos de turf nivelada (hándicap), considerada como la más rica del mundo, además hay un gran número de caballos de carreras extranjeros e importados: once irlandeses, cinco británicos, dos de Nueva Zelanda y dos de Australia, así como uno de Japón, otro de Francia, otro de Alemania y otro de los Estados Unidos.
En el otro lado de la orilla de esta Copa, que lleva 158 años de existencia, están los defensores de los derechos de los animales que acusan a aquellos que acuden al hipódromo de Flemington de ser cómplices del maltrato animal.
Yarın havanın, 2017'deki gibi güzel olması beklenmiyor. Source: VRC
Desde 2013 han muerto seis caballos de carrera, todos ellos importados, tras participar en la Copa de Melbourne.
Según la Coalición para la Protección de los Caballos de Carreras unos 122 de estos animales han muerto en un año en los hipódromos. Estos incidentes han hecho que los activistas que defienden los derechos de los animales pidan un boicot.
Por eso, la Coalición para la Protección de Caballos de Carreras realizó una protesta el lunes durante el tradicional desfile de la Copa de Melbourne, en la que este año están en juego 8 millones de dólares, con pancartas en las que se leía “sangre en tus manos” o “los abusadores de animales son unos completos perdedores”.
¿Tapar el sol con un dedo?
Las denuncias divulgadas por el programa 7:30 motivaron que Racing Victoria, el organismo que regula las carreras de caballos en el estado de Victoria, comprometiera $25 millones de dólares para mejorar la situación de los caballos de carrera.
Sin embargo, a pesar de las medidas de mitigación, se prevé que hoy martes, día central de la Copa de Melbourne, sigan las protestas de los defensores de los derechos de los animales y se registre una caída en la asistencia del público.
La asistencia a este evento hípico normalmente superan los 300,000 asistentes y el año pasado acudieron 303,587 espectadores, lo que supone la menor cifra desde 1999. Se prevé que pueda caer este año aún más.
La cantante estadounidense Taylor Swift canceló su presentación en la Copa de Melbourne argumentando conflictos en su agenda de actuaciones, pero su decisión se dio después de la circulación de un pedido por las redes pidiendo que se pronuncie contra el abuso animal.
The Melbourne Cup at Flemington Racecourse in 2018. Source: AAP
Otra de las estrellas de la Copa de Melbourne, la modelo Megan Gale, también desistió de acudir al evento debido a las preocupaciones por la crueldad contra los animales.
Asimismo, la firma Marque Lawyer anunció la cancelación de las celebraciones por la Copa de Melbourne por las denuncias sobre crueldad de animales.
La Copa de Melbourne mueve mucho dinero
Pero la alcaldesa de Melbourne, Sally Capp, defendió el evento hípico por considerar que aporta mucho dinero a la economía de la ciudad y confió en su éxito.
“Sabemos que previamente a esta semana se han comprado más de 50,000 vestidos, 55 sombreros, tocados y zapatos”, declaró la alcaldesa.
Asimismo TAB, encargado de las apuestas, considera que más de 3 millones de personas apostarán en esta emblemática carrera. El pronóstico es 1.000 millones de ganancia por las apuestas.
El profesor de historia de la Universidad de Sídney, Richard Waterhouse, expresó a SBS News que los australianos siempre han estado obsesionados por las carreras de caballos porque quieren ser vistos como “respetables” por los británicos, quienes colonizaron Australia.
Waterhouse considera que con el tiempo esta Copa perderá su importancia porque las nuevas generaciones la verán como inhumanas.
