La primera noche que Pamela (nombre ficticio) regresó a la casa de su infancia para vivir con sus padres, a los 42 años y con su esposo y sus dos hijos, «se sintió extraña».
«Era muy extraño estar acostada en la cama, irme a dormir con mi esposo, sabiendo que mis padres estaban en la otra habitación y que mis hijos estaban en otra habitación. Y estaba en la antigua habitación de mi hermano.
«Ha habido muchas lágrimas, por decirlo así». El regreso a casa de Pamela no fue algo que hubiera esperado experimentar. Se fue de casa a los 20 años y compró su propio apartamento de dos habitaciones en la próspera Lower North Shore de Sídney cuando tenía 27 años, antes de casarse. Pagó su hipoteca cómodamente con un solo ingreso durante 14 años.
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Sin embargo, la introducción de restricciones de viaje debido a la pandemia de COVID-19 destruyó el negocio que creó hace 15 años. Para octubre de 2022, había acumulado una deuda de alrededor de 6.000 dólares.
«Estábamos atrasados con los pagos de la strata, con las tasas municipales, porque simplemente no teníamos los ingresos para cubrirlo», dijo a SBS News.
A pesar de que el esposo de Pamela trabajaba cinco días a la semana en dos trabajos diferentes, y ella trabajaba cinco días y medio a la semana, todavía no podían cubrir sus gastos.
Los ingresos combinados de sus dos trabajos ocasionales generaban alrededor de 70.000 dólares, pero esto no fue suficiente para cubrir su deuda y mantener los pagos de su hipoteca de 340.000 dólares, que aumentó a unos 2.600 dólares al mes, tras al menos ocho subidas de tipos.
El Banco de la Reserva de Australia ha aumentado la tasa de efectivo 13 veces desde mayo de 2022.
Pamela está agradecida a sus padres, quienes le sugirieron que volviera a vivir con ellos cuando se dieron cuenta de la tensión financiera a la que se enfrentaba. Pero no ha sido una decisión fácil y Pamela a menudo se siente culpable por el acuerdo.
«La cantidad de veces que he llorado porque he puesto a mis padres en esta situación, y cuando comienzan a discutir y digo: 'Todo es culpa nuestra'. Es terrible», dijo.
«Estás destinada a ser una adulta, y ellos [sus padres] están destinados a vivir su vida, y tú has puesto todo patas arriba».
La cantidad de veces que he llorado porque he puesto a mis padres en esta situación, y cuando comienzan a discutir y digo: «Todo es culpa nuestra». Es espantosoPamela
Pamela explica que su madre había sobrevivido a un cáncer y se había jubilado, por lo que disfrutaba de una vida tranquila y no tenía que trabajar.
«Y luego venimos con dos chicos muy enérgicos y ruidosos. Así que creo que todos han tenido que adaptarse», dijo. «He vivido sola desde que tenía 20 años, ahora tengo 43, así que es una adaptación».
Sin embargo, ha habido beneficios para ambas partes: su esposo se ocupa de la jardinería y el mantenimiento de la casa, y sus padres cuidan a los niños para que Pamela y su esposo puedan trabajar más horas. Ahora trabaja seis días y medio a la semana, y Pamela ha aumentado su carga de trabajo a cuatro días completos.
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La casa de tres dormitorios de sus padres también tiene una piscina y patios delantero y trasero, lo que significa que sus hijos pueden jugar fácilmente al baloncesto, al críquet y al fútbol, algo a lo que no tenían fácil acceso cuando vivían en su apartamento de dos habitaciones. El aumento del tiempo que pasan juntos significa que los niños han creado un vínculo estrecho con sus abuelos.
«Hemos tenido recuerdos que nunca podríamos haber creado con mis padres y sus nietos si viviéramos en un apartamento [y solo vieran a sus nietos una vez a la semana]», dijo Pamela.
A pesar de ello, Pamela se siente mal por sus padres, que estaban acostumbrados a tener su propio espacio, así como por su esposo, «porque no es su familia».
«La culpa me corroe, pero es eso o [estar] sin hogar, y tienes que poner a tus hijos primero. Tienes que tragarte el orgullo, lo cual es triste, pero tienes que hacer todo lo posible por tus hijos».
Sentimientos de vergüenza en torno a la vida multigeneracional
Pamela también siente el estigma en torno a su nuevo arreglo habitacional porque no es común en su entorno, a pesar de que está muy extendido entre personas de diferentes orígenes culturales, incluido el de su esposo.
Solo le ha contado a la mitad de sus amigos sobre su situación financiera, la otra mitad cree que Pamela se ha mudado con sus padres para ahorrar para una casa más grande. Parte de la vergüenza proviene del hecho de que vive en una zona próspera, donde la mayoría de las personas se sienten «bastante cómodas».
«Así que cuando te encuentras en estas situaciones, suena muy incómodo, especialmente cuando todos tus amigos son dueños de sus propias casas, tienen dos autos lujosos y los niños van a escuelas privadas», dijo Pamela.
«Tenemos que poner cara de valientes porque no queremos que los niños nos vean —esto ha repercutido en nuestra salud mental— y mis padres están estresados por nosotros y lloran porque nunca imaginaron que nuestras vidas serían así».
Si bien Pamela tiene varios amigos que se han mudado con sus padres por períodos cortos de tiempo, no se encuentra en «circunstancias tan extremas» y se atribuye principalmente a otras razones, como renovaciones, mudarse de estado o ahorrar para un depósito hipotecario.
«Mi hijo mayor sí dice: '¿cuándo nos mudaremos a nuestra casa? ¿O cuándo vamos a tener nuestra propia casa? '»
Aumentan los hogares multigeneracionales
Si bien no es común que los australianos vivan con sus abuelos, parece ser una tendencia creciente y puede serlo aún más en el futuro.
El Dr. Michael Fotheringham, director gerente del Instituto Australiano de Investigación Urbana y Vivienda (AHURI), dijo que la vida multigeneracional ya era popular entre algunos grupos culturales de Australia, pero el aumento del costo de vida parecía estar impulsando a más familias a adoptar este arreglo.
«Definitivamente, es una tendencia creciente que los hijos adultos con hijos propios vuelvan a vivir con sus padres o, de hecho, no se muden en primer lugar y tengan tres generaciones viviendo en un hogar por elección propia, por diversas razones», dijo Fotheringham a SBS News.
«Parte del estudio que hemos realizado en los últimos años ha dejado muy claro que el costo de la vida, y en particular el costo de la vivienda, son los verdaderos impulsores de esta tendencia».
House prices in Australia continue to bounce back after a short dip in the market in 2022. Source: Getty / Lisa Maree Williams
Una investigación anterior de la AHURI reveló que, en 2006, casi una cuarta parte de los hogares de Sídney (el 23,6 por ciento) estaban compuestos por dos o más generaciones de adultos emparentados.
Los constructores de viviendas también han tomado nota de la tendencia y han empezado a promocionar viviendas con planos diseñados específicamente para familias multigeneracionales.
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El director de operaciones de G.J. Gardner Homes para Australia y Nueva Zelanda, Chris Thornton, dijo que sus oficinas de franquicias locales habían observado un aumento en las solicitudes de viviendas multigeneracionales desde 2021.
Estas casas pueden tener varios dormitorios principales, cocinas y salas de estar más grandes, múltiples áreas de estar o casas con una serie de zonas independientes que brindan áreas privadas e independientes para que los niños o los padres disfruten.
Un ejemplo de plano diseñado por G.J. Gardner para una vida multigeneracional
Thornton afirmó que la vida multigeneracional ha sido popular durante mucho tiempo entre las familias inmigrantes y que la demanda de estas comunidades ha aumentado tras la reapertura de las fronteras de Australia y el aumento de la inmigración tras el confinamiento provocado por la COVID-19. Las familias también buscan formas de cuidar y apoyar a los padres o abuelos de edad avanzada.
Él cree que el costo de vida es otro factor. Thornton dijo que algunos padres con familias jóvenes parecían estar planificando para el futuro, ya que esperaban que sus hijos vivieran más tiempo en casa debido a los aumentos en el costo de la vida y la vivienda.
«Nuestros diseños de casas intergeneracionales están aumentando en popularidad», dijo.
«Las actuales presiones sobre el costo de la vida y el aumento de los costos de la vivienda, particularmente en áreas como Sídney y Melbourne, han hecho que a las familias les resulte cada vez más difícil pagar una vivienda separada».
Es posible que los australianos tengan que adaptarse a la idea de una vida multigeneracional
Fotheringham dijo que los hogares multigeneracionales probablemente aumentarían y que los australianos tendrían que acostumbrarse a la idea.
Según el sitio de comparación financiera Canstar, las 13 subidas de tipos de interés registradas desde mayo de 2022 pueden haber aumentado la amortización de las hipotecas hasta en un 62 por ciento para un préstamo de 600.000 dólares en 30 años. Esto podría significar que los hogares estén desembolsando 1.562 dólares adicionales cada mes.
Una pareja con un ingreso familiar total de 191.162 dólares podría estar gastando más de un tercio de su salario en el pago de la hipoteca si tienen un préstamo promedio de 628.449 dólares.
La realidad es que la vivienda en este país sigue encareciéndose, mucho más rápido de lo que suben los salarios.Dr. Michael Fotheringham
En estados como Nueva Gales del Sur, donde el tamaño promedio de los préstamos es aún mayor, la pareja podría gastar hasta el 44 por ciento de sus ingresos después de impuestos en pagos de la hipoteca.
«La realidad es que la vivienda en este país sigue encareciéndose, mucho más rápido de lo que suben los salarios», dijo Fotheringham.
«La gente busca soluciones diversas, y esta (la vivienda multigeneracional) es en realidad una de las más sensatas y sencillas».
Esperando una herencia
Pamela dijo que preferiría mudarse con sus padres que fingir que todo estaba bien mientras tenía una deuda de miles de dólares. Cree que algunas familias siguen acumulando deudas para preservar la apariencia de su estilo de vida y están esperando a recibir su herencia para saldarlas, algo que ella no quiere hacer.
Desafortunadamente, es posible que muchos jóvenes no puedan pagar las viviendas que podrían pagar sus padres, a menos que reciban ayuda financiera o una herencia.
«Con un ingreso normal, nunca podremos permitirnos comprar una casa de 3 millones de dólares sin algún tipo de herencia... simplemente no es posible a menos que ambos ganen más de 200.000 dólares cada uno», dijo.
«Creo que la gente se va a dar cuenta poco a poco de que (el alto precio de la vivienda) no vale la pena».
Si bien superar algunos de los desafíos asociados con la vida multigeneracional puede resultar difícil, Fotheringham cree que es algo bueno.
«Entender las funciones que desempeñan las personas (quién está a cargo), quién es el padre en este caso, etc., es algo que hay que manejar, pero es algo que la gente ha hecho durante miles de años».
Pamela dijo que su familia había creado recuerdos increíbles, lo cual era el lado positivo de su situación.
«Solo tienes que superar cada día y estar con tus seres queridos. Al final del día, eso es todo».
