El primer ministro australiano, Malcolm Turmbull, viaja hoy a Estados Unidos, en donde se reunirá en Washington con el presidente de ese país, Donald Trump, para abordar el problema de seguridad que supone Corea del Norte, el alza del poderío chino, los impuestos corporativos y el Acuerdo Transpacífico.
Empero no abordarán el asunto espinoso para Estados Unidos del control de armas por la reciente matanza en una escuela de La Florida ni el acuerdo migratorio suscrito durante la era de Barack Obama que enfureció a Trump al punto de tensar las relaciones entre Washington y Camberra.
Turnbull también hablará ante la Asociación Nacional de Gobernadores en una reunión en la que los premieres y líderes empresariales australianos buscan establecer conexiones comerciales con los representantes de ese país.
La visita oficial le da un respiro a Turnbull del escándalo político provocado por el romance extramatrimonial de Barnaby Joyce con su exempleada Vikki Campion, y sus traslados a puestos oficiales y el uso de una vivienda de arrendamiento gratuito.
La relación entre Turnbull y Joyce se tensó la semana pasada después de que el primer ministro dijera que su segundo y líder del Partido Nacional cometió un "error de juicio contraproducente" tras anunciar que prohibirá las relaciones sexuales entre ministros y subalternos y éste le respondiera que sus comentarios son "ineptos".
Turnbull será reemplazado en su ausencia por el ministro de Finanzas, Mathias Corrmann, debido a que Joyce, quien debía asumir la conducción interna del país por ser el número dos del Ejecutivo pidió una licencia de una semana y la jefa de la diplomacia, Julie Bishop, se encuentra fuera del país.
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