Los estigmas internalizados y los tabúes culturales son algunos de los mayores obstáculos para el apoyo a las personas con discapacidad en las comunidades migrantes.
“Incluso sabiendo que existían apoyos, era poco probable que [las personas con discapacidad] accedieran a ellos, porque se sentían avergonzados”, declara a SBS Examines Vanessa Papastavros, directora nacional del programa para personas con discapacidad Speak My Language.
“Entre los cuidadores de familias que tienen personas con discapacidad, también se les impedía participar en actividades o experiencias sociales, por miedo a ser estigmatizados por otros miembros de la comunidad”.
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Mark Tonga, un inmigrante de Fiyi, comenta que sus amigos de su comunidad lo trataron de manera diferente después de que una lesión de médula espinal lo dejara tetrapléjico.
“La gente se asusta cuando no sabe cómo afrontarlo”, afirma.
Pero dice que su lesión no es lo que lo frena, sino la falta de accesibilidad.
El mundo tiene una discapacidad. Nosotros no tenemos una discapacidad.
“Cuando tienes un edificio, y la gente dice: ‘Oh, las personas con discapacidad no vienen aquí’. ¡Pues pon una rampa de acceso, amigo… y vendremos!”.
Otro obstáculo para las personas migrantes con discapacidad o enfermedades crónicas es el Requisito de Salud para Migrantes.
Esta prueba es un indicador de cuánto costarían las necesidades médicas de una persona a la comunidad australiana.
La Dra. Jan Gothard, agente de migración y defensora, señala que el requisito es discriminatorio.
“Hace que la persona con discapacidad se sienta excluida o marginada”, puntualiza.
“También envía el mensaje a la comunidad de que las personas con problemas de salud y discapacidad son, en realidad, una carga para la comunidad”.
Este episodio de SBS Examines analiza los desafíos únicos que enfrentan las personas migrantes con discapacidad en Australia.
Escucha el podcast que se encuentra al inicio de la página.
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