Las películas inmensamente exitosas de 'Jurassic Park' de Steven Spielberg nos han acostumbrado a todos a ver depredadores reptilianos gigantes acechando en la pantalla, gracias a los milagros de CGI.
Pero cuando los investigadores en el oeste de Argentina descubrieron los restos de un pterosaurio de finales del período Cretácico, hace 86 millones de años, se dieron cuenta de que habían encontrado los huesos de una criatura verdaderamente temible.
El antiguo reptil vivió en el periodo Cretácico Superior hace 86 millones de años, y es la especie de pterosaurio más grande jamás descubierta en Sudamérica, según el autor de la investigación, Leonardo D. Ortiz David, coordinador general del Laboratorio y Museo de Dinosaurios de la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza, Argentina.
Ortiz dice que no tuvieron que buscar muy lejos para encontrar el nombre correcto. “Estamos ante una nueva especie de pterosaurio. Muchas de las funciones que vimos eran nuevas. No habían sido registrados para ningún otro pterosaurio en ninguna parte del mundo. Es cuando se nos ocurrió el nombre de este género y un nuevo nombre para esta especie".
Elegimos el género Thanatosdrakon, que comprende los dos términos: Thanatos, que significa "muerte", y drakon, que significa "dragón". Pensamos que encajaba ya que estamos hablando de un gigantesco depredador volador. Entonces, él es el dragón de la muerte.
Según los investigadores, el Thanatosdrakon destaca por el tamaño de sus huesos, lo que demuestra que es un ejemplar gigante y es el pterosaurio más grande de Sudamérica y uno de los más grandes del mundo.
Tenía una envergadura de nueve metros, que es aproximadamente la longitud del tradicional autobús de dos pisos de Londres.
El Dr. Ortiz dice que los pterosaurios fueron los primeros vertebrados en adquirir la capacidad de vuelo activo, mucho antes que las aves, ya que estas no habían aparecido cuando esta especie de reptil ya volaba, cazaba, comía y se reproducía.
“Los pterosaurios abrieron dos formas de entender la fauna de la antigüedad", explica. "Por un lado, podemos suponer que hubo animales asombrosos. No tenemos ningún registro actualizado de ningún pariente cercano (a esta especie), ni siquiera uno con una modificación corporal similar a estas bestias".
Michael Habib, investigador en biomecánica en la Universidad de Chatham en Pittsburgh en los Estados Unidos, Le dijo a NPR que los pterosaurios habrían sido algo increíble de ver en vuelo.
Hubiera sido un animal muy extraño de ver volar sobre ti, este tipo de extraña fusión entre un reptil moderno clásico, un pájaro, una jirafa y un murciélago, básicamente todos comprimidos en un animal muy único.
Habib dice que analizar la anatomía de otros fósiles de pterosaurios les ha dado una idea de lo increíble que era esta criatura y afirma que sus huesos huecos, fuertes músculos de las alas y un poderoso mecanismo de lanzamiento apuntan a un animal que fue construido literalmente para volar, y su investigación lo lleva a creer que podrían volar hasta a 125 kilómetros por hora durante 7 a 10 días sin un romper, a altitudes de 15.000 pies.
"Creo que podemos concluir con bastante confianza que tenían la capacidad, ya sea que lo hicieran o no, de volar muy lejos; eso no significa necesariamente que lo hicieran y en realidad no significa que es un número específico, solo que será lo suficientemente largo como para, digamos, cruzar un océano", asegura el científico.
Bernardo González Riga, coautor de la investigación sobre el fósil argentino, afirma que los huesos fósiles del Thanatosdrakon se encontraron en afloramientos anteriores a la formación de los propios Andes.
"Los especímenes de Thanatosdrakon fueron encontrados en rocas sedimentarias de la era cretácica; es decir, provienen de la era mesozoica. Los materiales se conservaron en rocas arcillosas, compuestas por minerales de arcilla. Probablemente se formaron en llanuras inundadas por los sistemas fluviales cerrados a los cursos de los ríos de esa época. Estamos hablando de 86 millones de años cuando la cordillera andina aún no se había levantado".
Los fósiles de pterosaurio son extremadamente raros, y este nuevo descubrimiento arroja más luz sobre uno de los más misteriosos -y aterradores- habitantes de la era de los dinosaurios.