El jefe de la Oficina del Tesoro de Australia, Josh Frydenberg, entregó la primera actualización sobre el estado del presupuesto desde su reelección en mayo.
El informe, conocido como MYEFO, muestra que el crecimiento económico de Australia, los salarios, la inversión y el consumo se han desplomado desde el presupuesto de abril.
El gobierno federal ha revelado que casi $22 mil millones han sido eliminados de sus excedentes presupuestarios previstos para los próximos cuatro años.
Por su parte, Josh Frydenberg atribuyó la ralentización a la economía global, a la sequía y los incendios forestales.
A pesar de estos desafíos, MYEFO demuestra que la economía australiana continúa creciendo, ya que el presupuesto volverá al superávit por primera vez en 12 años.
Pero se espera que el superávit sea dos mil millones de dólares menos de lo previsto en abril.
La deuda neta ahora es de $ 392 mil millones, el 19,5 por ciento del Producto Interno Bruto, o más de $ 15,000 por cada australiano.
El gobierno reconoce que no podrá pagar esto en una década como prometió, y está redirigiendo fondos a infraestructura, al cuidado de ancianos y productores regionales en dificultades.
"La devastadora sequía ya le ha quitado un cuarto de punto porcentual al crecimiento del PIB y ha reducido la producción agrícola en una cantidad significativa en los últimos dos años", dijo Frydenberg.
A pesar de las cifras, el ministro de Finanzas, Mathias Cormann, dice que sigue siendo optimista, diciendo que los salarios continuaron creciendo más rápido que la inflación y el crecimiento del empleo "sigue siendo fuerte".
"Eso es incluso después de importantes reducciones de ingresos, después de legislar una reducción importante de impuestos sobre la renta, después de continuar proporcionando una financiación récord para los servicios esenciales de los que dependen los australianos y después de la inversión adicional en áreas prioritarias clave en esta actualización del presupuesto".
Pero diversos sectores han mostrado frustrados con la actuación del gobierno, al que han dado la nota “F”.
El portavoz del Tesoro, el laborista Jim Chalmers, calificó el informe como una muestra "humillante" de que el gobierno no pasó su propia prueba para cambiar la economía.
"Crecimiento ha sido degradado, el desempleo es más alto, el crecimiento de salarios es más débil, inversión empresarial es sombría, la credibilidad económica del gobierno está destruida. Esa es la descripción de la actualización del presupuesto de mitad de año en pocas palabras".
Sin embargo, el Tesorero insiste en que la actualización de mitad de año es el peor escenario para la economía australiana.
La Coalición espera que un alza en los precios del hierro, una resolución a la disputa comercial entre China y EE.UU. y la perspectiva de acuerdos comerciales posteriores al Brexit con el Reino Unido y la Unión Europea ayuden al gobierno a superar sus pronósticos antes de las próximas elecciones.
Sin embargo, Chalmers está pidiendo que se introduzca nuevamente un estímulo económico inmediato para sopesar la caída en el consumo, lo que ha ocasionado un déficit del GST de 10 mil millones de dólares.
Creo que lo irresponsable sería no hacer nada. Seguimos creyendo que es posible realizar acciones proporcionadas, medidas y responsables en el presupuesto sin poner en peligro el superávit.
Por su parte, el líder de los verdes, Richard Di Natale, ha pedido que se impulse la economía con un incremento en los pagos sociales para el desempleo.
"Debemos aumentar Newstart. Un aumento de Newstart representaría un aumento masivo para la economía: ese dinero se gastaría en negocios locales, en comunidades locales y, sin embargo, Scott Morrison está más interesado en lograr un superávit que tener una economía saludable".
Por su parte, la defensora del pueblo para las Pequeñas Empresas, Kate Carnell, está preocupada porque los consumidores no están gastando lo suficiente, lo que ha puesto a los negocios, especialmente las pequeñas empresas familiares, en dificultades.
Incluso a pocos días de la Navidad no hay oleadas de compradores en las tiendas como en años anteriores.
Esto apunta a que los recortes tributarios, el pilar principal de la política económica del gobierno, no están dando los resultados esperados.
“Lo que vemos es que la confianza del consumidor está cayendo. Una nueva encuesta de Westpac publicada hace unos días muestra otra caída en la confianza del consumidor. Esto significa que la gente está pagando sus deudas o poniendo su dinero en el banco. Algunos de ellos están poniendo su dinero en el sector inmobiliario, pero lo que quiero decir es que nadie está gastando”.
Recordemos que el primer ministro Scott Morrison introdujo recortes de impuestos sobre la renta en julio con el fin de estimular el gasto minorista.
Los recortes fueron diseñados para alentar a las personas a gastar el dinero en vez de ahorrar.
Pero las predicciones de MYEFO para 2020 indican que estas subvenciones e incentivos del gobierno no están funcionando, ni ayudando a las pequeñas y medianas empresas como se esperaba.
Para entender todo esto en mayor profundidad, conversamos con el economista Charlie Ríos.
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