En un país tan adicto a las barbacoas como es Australia, la perspectiva de comer carne cultivada a partir de células en un laboratorio no parece ser muy posible.
Pero la carne de res, aves, cerdo y pescado cultivados en el laboratorio pueden ser parte de una respuesta al cambio climático y al bienestar animal.
Uma Valeti, que cultiva carne en laboratorio y es el director general de la compañía estadounidense Memphis Meats, explica cómo es el proceso:
"Tomamos células de animales de alta calidad. Los alimentamos con los nutrientes que estas células necesitan para convertirse en carne. Y una vez que se convierten en carne, la cultivamos y la transformamos en los productos que nos encanta comer."Un informe publicado en junio por una consultora, A.T. Kearney, predice que para el año 2040, la carne basada en células representará el 35 por ciento de la carne consumida en todo el mundo.
Cooked cultured meat, grown in a lab Source: AP
Esta carne cultivada se produce extrayendo células de un animal donante y cultivando esas células en carne cruda.
Memphis Meats es una de las pocas empresas pioneras en el área y ha atraído a algunos inversionistas importantes, entre ellos Richard Branson y Bill Gates.
Pero Uma Valeti, que se formó como cardiólogo y comenzó la compañía después de ver el poder de las células madre para tratar enfermedades, admite que este proyecto le sitúa lejos de las convenciones.
Sin embargo, él piensa que a medida que la población crece, y la producción de carne por métodos tradicionales se vuelve más problemática, este proyecto se basa en ampliar el número de opciones.
"En realidad, estamos preservando la opción de comer carne para las personas. En lugar de decir deja de comer carne o come una alternativa a la carne, les decimos que continúen comiendo la carne que les gusta, vamos a mostrarle cómo podemos seguir produciéndola y suministrarla de manera que usted pueda tener esa opción”, explica.
Brian Spears, el director ejecutivo de otra compañía que produce carne cultivada, New Age Meats, cree que a muchos clientes les preocupa que los altos volúmenes de producción de carne por métodos tradicionales perjudiquen el bienestar animal.
“Así que hay gente que quiere carne, pero no quieren que se mate al animal. Por ello, lo que hacemos es producir carne sin sacrificios y sabemos que existe un mercado masivo para las personas que desean una carne deliciosa pero que no requiera la matanza de animales", asegura.
Efectos en el medio ambiente
Los partidarios de esta tecnología dicen que la proteína basada en células es más sostenible que la carne tradicional porque no requiere la tierra, el agua y los cultivos que se necesitan para criar el ganado, una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero.
Cada año, son sacrificados 66 mil millones de animales terrestres para obtener alimentos y es probable que esta cifra aumente a medida que crece la demanda de China y de otros países asiáticos en rápido desarrollo.
Por otro lado, el ganado produce el 18 por ciento de los gases de efecto invernadero del mundo.Pero no todos están convencidos de que el consumidor esté preparado para comer alimentos basados en células, ya sean salchichas, pechugas de pollo o albóndigas.
Cattle farming contributes to habitat loss Source: SBS
Al menos eso es lo que piensa Ricardo San Martin, el director de investigación del programa de carnes alternativas en la Universidad de California.
"No está claro que, teniendo esta opción, los consumidores elijan la carne cultivada en laboratorio", afirma.
Él dice además que es posible que los productos no solo encuentren resistencia en el consumidor, sino que la realidad de convertir algunas células en una fuente de carne y que sea económicamente viable aún se encuentra en el campo de la ciencia ficción:
“¿Cómo puedes pasar de la diminuta y pequeña bola de carne para producir la cantidad de carne que tiene una vaca, que es como unos 350 kilos o algo así? Ese es el verdadero desafío", asegura.
El problema de la pesca
Por otro lado, los efectos de la pesca excesiva ya se están viendo en los océanos.
Otra compañía llamada Finless Foods, está cultivando pescados y mariscos y ha producido versiones basadas en células de salmón, carpa y lubina.
Ahora se está trabajando en el atún rojo, una especie popular que está sobreexplotada y que contiene además altos niveles de mercurio.El Director ejecutivo Michael Seldon dice que su método resuelve una multitud de problemas:
About 650 tonnes of seafood are expected to be sold at Sydney Fish Market on Good Friday. (AAP) Source: AAP
"El océano es un ecosistema muy frágil, y realmente lo estamos llevando al borde del colapso, por lo que pensamos que al trasladar el consumo humano de mariscos fuera del océano y hacia la tierra y producirlo de esta manera más limpia, básicamente puede resultar mejor para todos. Mejor para el océano, mejor para el planeta y mejor para nosotros mismos”, explica
Necesidad de regulación
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y su Administración de Alimentos y Medicamentos anunciaron planes para supervisar conjuntamente la producción y el etiquetado de carne basada en células.
Aseguran que proporcionarán una supervisión rigurosa y protegerán al público contra la contaminación bacteriana y otras amenazas que enfrenta la salud de la carne cultivada en el laboratorio.
Y es probable que la industria emergente enfrente la resistencia de los productores de ganado, que han estado presionando para restringir la etiqueta de "carne" sólo a los productos alimenticios derivados de animales sacrificados.
El grupo de presión Vegan Australia dice que si el objetivo real es encontrar una manera de alimentar a la población mundial sin destruir la Tierra, entonces hay formas mucho más efectivas que producir carne cultivada.
Actualmente, la carne cultivada no se vende al público en general en Australia.
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