Yoga para principiantes: respiración, columna y relajación

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El yoga, una práctica milenaria que combina movimiento, respiración y atención plena, se ha convertido en una herramienta accesible y transformadora para personas de todas las edades.

Entrevista con Elena Radin, instructora de yoga con amplia experiencia, quien nos ayuda a adentrarnos en los fundamentos de esta disciplina milenaria. Escucha la introducción práctica al yoga, especialmente si te estás están acercando por primera vez a esta experiencia.


Puntos destacados:
  • La respiración en cuatro tiempos —inhalar, retener, exhalar, retener— es la base fundamental del yoga, y practicarla de forma consciente permite oxigenar el cuerpo completo, mejorar la concentración y recuperar una forma natural de respirar que solemos perder con el tiempo.
  • La movilidad de la columna vertebral es esencial para el bienestar general. A través de estiramientos y torsiones suaves, se puede mantener el espacio entre las vértebras, favorecer el flujo nervioso y prevenir tensiones físicas acumuladas.
  • La relajación consciente no solo cierra la práctica de yoga, sino que actúa como una herramienta poderosa para calmar la mente, preparar el cuerpo para el descanso y liberar emociones como la ansiedad o la tristeza desde el cuerpo mismo.
Disclaimer Las opiniones expresadas en este podcast son de expertos y no constituyen asesoramiento de SBS. Para saber qué es lo mejor para tu situación, consulta con tus propios expertos.
En un mundo cada vez más acelerado, muchas personas buscan formas de reconectar con su cuerpo, encontrar calma mental y mejorar su salud integral.

El yoga, una práctica milenaria que combina movimiento, respiración y atención plena, se ha convertido en una herramienta accesible y transformadora para personas de todas las edades.

Comenzar no requiere flexibilidad ni experiencia previa, solo la disposición de escuchar al cuerpo y respirar con conciencia. Para quienes están dando sus primeros pasos, es clave entender que el yoga no es una meta, sino un camino que se recorre con suavidad y constancia.

En Australia en español conversamos con Elena Radin, instructora de yoga en Melbourne, quien comienza por explicarnos que la palabra: yoga proviene del sánscrito "yuj", que significa unión.

Pero no se trata solo de unir el cuerpo con la mente. Según esta mentora, "el yoga es la unión de todos nuestros cuerpos: físico, emocional, mental y espiritual; y también nuestra unión con el entorno, con la naturaleza, con la sociedad".
Lo más alentador es que el yoga es para todos: no importa la edad, la flexibilidad o la experiencia. Desde el embarazo hasta la tercera edad, cualquier persona puede beneficiarse de esta práctica siempre que esté en condiciones de salud adecuadas.
Elena Radin, instructora de yoga
Tres pilares para empezar

Elena Radin quiso enfocar esta introducción en tres aspectos esenciales:

1. Respiración en cuatro tiempos

Esta técnica es, según Radin, el corazón del yoga. “Sin la respiración correcta, no estamos haciendo yoga, estamos haciendo gimnasia”, afirma con claridad.

La respiración yogui completa se divide en cuatro fases:
  • Inhalar por la nariz (3-4 segundos)
  • Retener el aire (3-4 segundos)
  • Exhalar por la nariz (3-4 segundos)
  • Retener nuevamente (3-4 segundos)
Esta forma de respirar busca reeducarnos, volver a la forma natural en que respiran los recién nacidos. Es un ejercicio profundo que oxigena todo el cuerpo y mejora la concentración y la calma mental.

2. Flexibilización de la columna

La columna vertebral es el eje de nuestro cuerpo y también de nuestra salud, dice la especialista. A través de ejercicios simples pero constantes, como estiramientos verticales o torsiones suaves, se pueden mantener los espacios intervertebrales abiertos y mejorar la salud del sistema nervioso.

Elena Radin recomienda empezar con posturas básicas de pie, estirando los brazos por encima de la cabeza e inclinando el torso hacia el suelo, o con giros suaves de la columna para mantener la movilidad.

3. Relajación consciente

La relajación no es solo un momento final, sino una parte clave de la práctica. Una postura como Shavasana (la postura del cadáver), hecha incluso en la cama, ayuda a calmar el sistema nervioso y prepararse para dormir o enfrentar una situación estresante. Basta con acostarse boca arriba, relajar brazos y piernas, y practicar la respiración en cuatro tiempos.
Postura de la cobra.jpeg
Para quienes están dando sus primeros pasos, es clave entender que el yoga no es una meta, sino un camino que se recorre con suavidad y constancia.
“El yoga no es una olimpiada. No estamos aquí para competir, sino para sentirnos mejor”, nos recuerda Elena. Frase que resume muy bien el espíritu con el que debemos acercarnos a la práctica.

Hablando sobre la constancia y la regularidad con la que podemos practicar esta disciplina, Elena dice con optimismo: con dos sesiones semanales de una hora ya se empiezan a notar los beneficios. Incluso una sola clase puede mejorar la capacidad pulmonar, como lo han demostrado estudios científicos.

También sugiere incorporar mini-rutinas al despertar o antes de dormir, como movimientos que imitan a un pájaro abriendo las alas, para activar el cuerpo o calmarlo según el momento del día.

Finalmente, la instructora recuerda que practicar yoga es volver a escuchar al cuerpo. Con paciencia, respiración y guía adecuada, cualquiera puede hacerlo. Y agrega que “El yoga es copiar la naturaleza. El árbol, el pájaro, la serpiente... todo está ahí para inspirarnos”.

Para escuchar la entrevista con Elena Radin, instructora de yoga, presiona el botón de reproducción de audio que aparece al inicio de esta página.

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