El (BCEC) sugiere que ayudar a los migrantes a encontrar un trabajo con un nivel de capacitación similar a la que tenían en su país de origen, podría beneficiar en gran medida a la economía australiana.
El coautor del informe, el profesor Alan Duncan, dice que alrededor del 35 por ciento de los inmigrantes de entornos que no hablan inglés, están trabajando en trabajos para los que están formalmente sobrecalificados.
Él asegura que hay varios argumentos sobre las razones detrás de eso, incluido que algunas habilidades son menos transferibles que otras.
“Un argumento es que existen barreras de entrada para aquellos de origen no angloparlante que vienen a Australia para acceder a oportunidades de mercado laboral. Estas barreras son más fuertes que las barreras de ingreso de personas de otros orígenes o para australianos nativos. Pero por cualquier razón, hay un enorme potencial sin explotar, hay un enorme capital humano aquí”.
El profesor Duncan explicó que los hallazgos del informe disipan el mito de que los migrantes tienen un impacto negativo en los empleos y salarios australianos.
"El crecimiento en la proporción de inmigrantes en la población de Australia ha llevado a debates sobre los impactos que los migrantes han tenido, o tendrán, en varios aspectos de la vida en Australia, como en el mercado laboral, el sistema educativo, los salarios y la cohesión social", dijo el profesor Duncan.
“Nuestro informe muestra que aumentar la proporción de trabajadores migrantes en ocupaciones e industrias lleva a un aumento en los ingresos de los trabajadores australianos. Específicamente, un aumento de un punto porcentual en la proporción de trabajadores migrantes conduce a un aumento de 2.4 puntos porcentuales en los salarios de los trabajadores nativos.
"En lugar de la idea de que los trabajadores migrantes reducen los salarios, nuestra investigación encuentra lo contrario, lo que sugiere que las habilidades de la fuerza laboral migrante están impulsando las ganancias de productividad en una serie de industrias".
El profesor asociado y coautor del estudio, Astghik Mavisakalyan, explicó que el informe revela como muy necesaria la salud y el bienestar de los inmigrantes, su capacidad para alcanzar su máximo potencial y asumir un papel significativo, valioso y productivo en la sociedad australiana.
“Nuestro informe muestra que ha habido un buen progreso en las actitudes hacia diferentes grupos minoritarios, particularmente entre las generaciones más jóvenes. Alrededor de dos tercios de la generación Y informaron tener una actitud favorable hacia los musulmanes australianos en comparación con solo el 45 por ciento de los Baby Boomers y el 29 por ciento de nuestra generación más antigua: los nacidos antes de 1945 ", dijo el profesor asociado Mavisakalyan.
"Australia tiene un camino por recorrer para convertirse en una sociedad verdaderamente multicultural, con una proporción significativa de australianos mayores que tienen puntos de vista desfavorables hacia ciertos grupos, como los solicitantes de asilo, los australianos musulmanes y los australianos africanos, pero estamos viendo progresos”, explica Mavisakalyan.
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