Puntos destacados:
- Un pequeño asteroide podría impactar la tierra a una velocidad de 48.000 kilómetros por hora, en diciembre del 2032, según ha confirmado la NASA.
- Su ruta lo ubica principalmente en zonas ecuatoriales del planeta, dejando a Australia y el Pacífico Sur descartados como posibles puntos de impacto.
- Existen cerca de 37,500 asteroides cercanos a la Tierra (NEOs) identificados, y su número sigue aumentando gracias a la mejora en los sistemas de detección.
El espacio nos recuerda constantemente que vivimos en un universo dinámico y en movimiento. Y el recién descubierto asteroide 2024 YR4 se está encargando de dejarlo claro, capturando la atención de astrónomos y del público en general, debido a su posible impacto con la Tierra en diciembre de 2032.
Para comprender mejor esta situación, en Australia en español conversamos con el astrofísico, divulgador científico y profesor asociado de la Universidad de Macquarie, Ángel López Sánchez, quien nos ayuda a desentrañar los hechos y mitos en torno a este objeto celeste.
La roca espacial fue descubierta recientemente, el 27 de diciembre del 2024, gracias al sistema de alerta ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), que opera telescopios en distintas partes del mundo, incluyendo Chile. Pertenece al grupo de asteroides Apolo, aquellos cuya órbita cruza la de la Tierra periódicamente.
En su aproximación más cercana reciente, el 25 de diciembre, el asteroide pasó a una distancia de poco más del doble de la que separa la Tierra de la Luna, es decir, aproximadamente 828,000 kilómetros. Sin embargo, los astrónomos han estado monitoreando su trayectoria para determinar la posibilidad de una futura colisión.
¿Cuáles son las probabilidades de impacto?
Según los reportes de la NASA, inicialmente, las probabilidades de impacto eran del 0.01%, pero con el paso del tiempo y la acumulación de más datos, esta cifra aumentó al 1.5%. Sin embargo, según López Sánchez, es probable que esta probabilidad disminuya a medida que se afinen los cálculos orbitales.
Por el tipo de asteroide que es y por el tamaño que tiene, lo más seguro es que no llegara ni siquiera a impactar y que explotara en las partes externas de la atmósfera, porque tenemos el escudo fantástico de nuestro planeta Tierra, que nos protege de montones de estos [asteroides] que detectamos cada vez más.Ángel López Sánchez, astrofísico.
El asteroide 2024 YR4 tiene un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros de diámetro, comparable al objeto que explotó en la atmósfera sobre Tunguska, en la Siberia rusa, en 1908. De impactar, podría generar una explosión atmosférica capaz de causar daños en un radio de decenas de kilómetros. Sin embargo, su ruta lo ubica principalmente en zonas ecuatoriales del planeta, descartando a Australia y el Pacífico Sur como posibles puntos de impacto.
Tecnologías para la defensa planetaria
Ángel López nos tranquiliza diciendo que, afortunadamente, la humanidad ha desarrollado estrategias para desviar asteroides potencialmente peligrosos.
La misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, llevada a cabo en 2022, demostró que es posible alterar la órbita de un asteroide al impactarlo con una nave. Esta tecnología podría ser utilizada en el futuro para desviar objetos espaciales con años de anticipación.
Actualmente, existen cerca de 37,500 asteroides cercanos a la Tierra (NEOs) identificados, y su número sigue aumentando gracias a la mejora en los sistemas de detección. La mayoría son pequeños y no representan una amenaza real. Sin embargo, el monitoreo constante es esencial para estar preparados ante cualquier posible riesgo, confirma el profesor asociado de la universidad de Mcquarie.
Esto es algo más de la importancia que tiene ‘mirar hacia arriba’. Y de que estamos a merced de lo que ocurra dentro del sistema solar.Ángel López Sánchez, astrofísico.
Si bien la posibilidad de impacto del asteroide 2024 YR4 es baja, su descubrimiento resalta la importancia de continuar con la vigilancia del cielo y de desarrollar tecnologías de defensa planetaria. Como enfatiza López Sánchez, no se trata de alarmarse, sino de estar preparados para cualquier eventualidad que el universo nos depare.
Para escuchar la entrevista completa con el astrofísico Ángel López Sánchez, pulsa el botón de reproducción de audio que aparece al inicio de esta página.