Puntos destacados:
- Tras la elección de Gustavo Petro, Colombia y Venezuela anunciaron que retomarán sus relaciones bilaterales, las cuales se encontraban suspendidas desde 2019.
- Zair Mundaray, consejero de la Embajada de Venezuela del presidente interino Juan Guaidó, afirma que tanto él como muchos otros opositores a Nicolás Maduro exiliados en Colombia temen por su destino.
- Empresarios, comerciantes y ciudadanos dan la bienvenida a la decisión de retomar las relaciones, ya que dicen tendrán un impacto positivo en la economía de ambos países.
El anuncio de la reapertura de la frontera entre Venezuela y Colombia, al igual que el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas a partir del 7 de agosto, cuando asuma el recién electo presidente izquierdista colombiano, Gustavo Petro, ha causado reacciones en todos los sectores.
Desde que el presidente Iván Duque asumiera el cargo en 2018, Colombia se sumó al respaldo internacional al opositor venezolano Juan Guaidó y a sus esfuerzos por derrocar a Nicolás Maduro, quien rompió relaciones diplomáticas con el país vecino en 2019.
En días pasados el ministro designado de Relaciones Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva, se reunió con el canciller venezolano Carlos Faría, en el estado venezolano de Táchira, y anunciaron que a partir del 7 de agosto se nombrarán embajadores y se reabrirán los consulados.
Sin embargo, el exiliados político Zair Mundaray, actual consejero jurídico de la Embajada de Venezuela de Juan Guaidó en Colombia, asegura sentir incertidumbre tras este anuncio e incluso teme que se pueda iniciar una cacería de aquellos “a quienes Colombia ha acogido y protegido por razones de persecución política”.
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Hasta antes de su exilio en Colombia, Zair Mundaray se desempeñó como fiscal del Ministerio Público de Venezuela por casi dos décadas y fue figura importante durante el gobierno del presidente Hugo Chávez, junto a la ahora también exilada ex fiscal general Luisa Ortega Díaz.
Desde el exilio, Mundaray y Ortega, junto con otros venezolanos destacados, han estado señalando casos de supuesta corrupción y abuso de poder en Venezuela utilizando documentación que ellos mismos extrajeron de la Fiscalía venezolana.
Incluso en días recientes, según reportó el diario español El Mundo, Mundaray denunció que en Venezuela se viven “momentos oscuros para los derechos humanos”. Señalamientos que en el 2020 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó en un informe donde acusó a 45 personas, entre ellas al mandatario Nicolás Maduro, y ministros del Interior y de Defensa desde 2014 de estar vinculados con posibles "crímenes de lesa humanidad".
Sobre el inminente restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, Mundaray dijo en entrevista a SBS Spanish que respetaba la decisión soberana del nuevo gobierno de Colombia, pero catalogó la medida como un “retroceso” en materia de derechos humanos.
Mundaray cuestionó la mirada del nuevo gobierno colombiano, pues asegura que debe tener en cuenta que “en Venezuela se violentan derechos fundamentales de forma sistemática y generalizada”, y que por eso es un país que está “sometido a una investigación en la Corte Penal Internacional” y es “cuestionado por los organismos internacionales de derechos humanos”.
No podemos negar que el sentido ético de las relaciones internacionales era lo que había venido predominando con el gobierno del presidente Duque, quien desarrolló una agenda para los venezolanos y con los venezolanos, centrada en el restablecimiento de libertad democrática.Zair Mundaray, actual consejero jurídico de la Embajada de Venezuela de Juan Guaidó en Colombia
Para Mundaray, la regularización -en menos de dos años- de los casi dos millones de venezolanos que viven en Colombia durante el gobierno saliente “es un avance significativo en materia de derechos humanos”.
Desde su perspectiva, el permitirles a estos venezolanos el acceso a toda la oferta institucional del Estado y también la privada ha permitido a estos migrantes sentirse como ciudadanos. “Hacerlos visibles. De hecho yo creo que estableció una fórmula de tratamiento de la migración que es única en el mundo”.
Planes de paz y seguridad para toda la frontera
Tras el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los países sudamericanos, el mandatario venezolano Nicolás Maduro se apresuró a asegurar que durante en encuentro en Táchira se "habló de los planes de paz y seguridad para toda la frontera", de la "apertura progresiva, económica y comercial de la frontera" y de "planes hacia el futuro" entre ambos países.
Por su parte el canciller venezolano Carlos Faría dijo que durante el encuentro hubo coincidencias “de que tenemos que trabajar en pro de la paz y en pro de la seguridad de nuestras fronteras, hablamos de la apertura gradual de la frontera, aspecto este que va a beneficiar de manera directa nuestros pueblos".
El restablecimiento de las relaciones bilaterales estuvo siempre en la agenda durante la campaña del colombiano Gustavo Petro. Actualmente, no hay consulados venezolanos o vuelos directos y la frontera permaneció cerrada entre 2019 y octubre de 2021, al tiempo que son constantes las denuncias de Maduro en contra de Duque sobre presuntos planes para derrocarlo.
La agenda bilateral es complicada, con un tema subrayado: la porosa frontera común de más de 2.000 km, que millones de venezolanos han cruzado huyendo de la crisis, en la que se denuncia además la presencia de guerrilla, paramilitarismo y el narcotráfico.
Figura igualmente el comercio bilateral, que ya ha dado pasos esperanzadores. Desde el cierre de las fronteras las pérdidas económicas para ambos países han sido millonarias.
En el norte de Santander, Colombia, en la zona de frontera de mayor movimiento, ven con esperanza la voluntad del gobierno entrante de Gustavo Petro de restablecer relaciones con Venezuela. De acuerdo con estimaciones de los empresarios y comerciantes locales, se generarían cerca de 120 mil empleos.
Respecto a estos beneficios económicos que podrían darse con la reapertura, al igual que la restauración del derecho de identidad para para aquellos venezolanos que no han podido renovar sus pasaportes o viajar libremente a Venezuela, Mundaray se mostró pesimista.
“Si nosotros hacemos una evaluación de cuál ha sido el desempeño de las representaciones consulares, no son más que el desempeño del derrumbe de la institucionalidad interna. Si usted vive al lado del Saime en Venezuela, que es el ente encargado de darte la cédula o el pasaporte, usted no va a obtener un pasaporte independientemente de que viva al lado”, comentó el asesor.
Añadió que, desde su punto de vista, la reapertura “no hace más que alimentar el inmenso entramado de corrupción que tiene Maduro”, especialmente “en una época que en la cual puede haber elecciones”.
“La identidad y el voto van de la mano y eso es una cosa que Maduro ha venido negando para la diáspora de manera sistemática. Porque no le interesa que haya participación política, en el libre ejercicio de la personalidad jurídica, de quienes estamos afuera. De hecho los estigmatiza, los persigue y les ha dicho traidores a la patria”, aseguró el disidente del chavismo.
Exiliados políticos en Colombia temen persecución
Pero sin lugar a duda una de las mayores preocupaciones de Mundaray, que se alinea con la de muchos exiliados políticos instalados en Colombia, es que este restablecimiento de las relaciones bilaterales pueda dar pie a “episodios de persecución a quienes Colombia ha acogido y ha protegido por razones de persecución política, como en mi caso y muchísimos otros”.
De hecho varios líderes opositores a Maduro que hoy se encuentran en Colombia han expresado su temor a una persecución. Tal es el caso de Eduardo Battistini, quien ha representado al Gobierno interino de Guaidó en Colombia desde 2020 y ha expresado que teme que la reanudación de las relaciones conlleve una infiltración de agentes de inteligencia venezolanos en Colombia que amenace la seguridad de las personas en el exilio, no solo de los detractores del chavismo o los funcionarios de Guaidó, sino también periodistas.
Sobre este punto, Mundaray especificó que podría darse un retroceso al retomar las relaciones con Maduro, debido a que durante el gobierno de Duque se le dieron garantías a quienes denunciaron las presuntas violaciones de derechos humanos que se han dado en Venezuela por parte del actual Gobierno.
Muchísimas víctimas de violaciones de derechos humanos que no pueden hablar en Venezuela, que no pueden ser entrevistadas por organismos internacionales, han podido ser entrevistadas en Colombia; y se han documentado los crímenes, se ha documentado la verdad y esto ha servido para mantener vivos numerosos procesos en los organismos internacionales.Zair Mundaray, actual consejero jurídico de la Embajada de Venezuela de Juan Guaidó en Colombia.
En cuanto a la promesa de Gustavo Petro de que no perseguirá a los opositores de Maduro exiliados en Colombia, Mundaray aseguró que, aunque cree en su palabra, considera que “hay una enorme debilidad” ya que, según el ex fiscal, Venezuela tiene como política enviar funcionarios de inteligencia a otros países como parte de su cuerpo diplomático.
“En toda la institucionalidad está metida la inteligencia, está metida la represión, la persecución, etcétera, y no es distinto en los servicios exteriores”, aseguró.
El mandatario electo Gustavo Petro asumirá el poder el domingo 7 de agosto como el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia con una batería de propuestas para reducir la brecha entre ricos y pobres y proteger el medio ambiente, entre otros objetivos.
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