PUNTOS DESTACADOS:
- La escasez de trabajadores en los pueblos lleva a los propietarios hosteleros a facilitar el alojamiento de jóvenes de grandes urbes
- Para muchos trabajar en pequeños pueblos del interior de Australia, especialmente cuando residen en grandes ciudades de forma habitual, se convierte en un reto.
- Milagros Yep es una joven peruana que reside en Melbourne de lunes a viernes y trabaja en Lorne los fines de semana, un pequeño pueblo de 1000 habitantes en la costa victoriana
Para muchos jóvenes trabajar en pequeños pueblos del interior de Australia, especialmente cuando residen en grandes ciudades de forma habitual, se convierte en un reto. Muchos toman transporte público durante horas para completar intensas jornadas de trabajo, especialmente los findes de semana. Se trata de una decisión valorada que supone unos ingresos asegurados y un ambiente laboral familiar.
La escasez de trabajadores en los pueblos lleva a los propietarios hosteleros a facilitar el alojamiento de jóvenes de grandes urbes. Otros, con menos suerte, optan por pernoctar en campings o caravanas sábados y domingos. De esta manera supone un pequeño gasto y el traslado sale económicamente rentable.
Milagros Yep es una joven peruana que reside en Melbourne de lunes a viernes y trabaja en Lorne los fines de semana, un pequeño pueblo de 1000 habitantes en la costa victoriana. Le toma 3 horas llegar a su punto de trabajo entre tren y autobús y perder uno de ellos se convierte en un drama pues no hay más opciones de traslado.
La estudiante ha llegado a convivir hasta con 20 personas en una misma vivienda, todos trabajadores de hostelería.