PUNTOS DESTACADOS:
- Los expertos afirman que influir en los hábitos de consumo de los australianos podría ser más difícil de lo que el gobierno espera.
- La disminución del nacionalismo y el patriotismo podría ser otra barrera para animar a los consumidores a comprar productos australianos.
- Los productos con el logotipo “Hecho en Australia” no son necesariamente de propiedad australiana.
El gobierno está instando a los consumidores a "comprar australiano", pero se enfrenta al reto de la crisis del costo de vida, los estereotipos sobre los productos y la pérdida de orgullo nacional.
El tesorero Jim Chalmers confirmó que el presupuesto federal incluirá medidas destinadas a animar a los compradores a adquirir "magníficos productos australianos" tras el incremento a los aranceles al acero y al aluminio impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Habrá financiación en el presupuesto para apoyar la campaña "Compra Productos Australianos", declaró a la prensa el viernes.
Aún no se ha anunciado el precio de la campaña.
Pero influir en los hábitos de consumo podría ser más difícil de lo que el gobierno espera, según un economista del comportamiento.
El profesor Robert Hoffman, de la Universidad de Tasmania, declaró a SBS News que los compradores australianos no siempre toman decisiones racionales.
"Un consumidor perfectamente racional analizaría cada producto por sus propios méritos, compararía este producto con aquel, y el país de origen no debería importar siempre que la calidad, el precio y las características del producto se ajusten a sus necesidades", afirmó.
"Ahora bien, en la práctica, la gente no es racional. En un supermercado normal con 30.000 productos o más, se ven abrumados por la información".
Costo de los productos, estereotipos y prejuicios
Existen varios factores que influyen en las decisiones de compra, siendo el precio especialmente importante, ya que los australianos se enfrentan a un alto estrés hipotecario y a los problemas del costo de vida.
Como resultado, los consumidores pueden optar por el producto más barato disponible, independientemente de su país de origen.
Otro factor es lo que Hoffman denomina "estereotipos de calidad".
"Cuando piensas en guitarras, piensas que deberían ser estadounidenses. Y cuando oímos que China fabrica guitarras muy buenas, puede que no lo creamos tan fácilmente y simplemente sigamos ese estereotipo", explicó.
"Compremos una guitarra estadounidense, un coche alemán, vino francés, moda italiana".
Esto podría suponer un desafío para las marcas y productos australianos que intentan competir con décadas de confianza generadas por competidores extranjeros, afirmó Hoffman.
También destacó un concepto económico llamado etnocentrismo del consumidor: la tendencia de los consumidores a preferir los productos nacionales a los extranjeros.
“Un consumidor etnocentrista podría decir: 'Prefiero los productos nacionales porque quiero apoyar a mi país, y creo que mi país es mejor, más grande y más importante que otros países, y estoy dispuesto a pagar un poco más por el mío', por lo que ya compraría productos nacionales", dijo.
Esto también aplica a los inmigrantes en Australia, quienes podrían preferir los productos de su país de origen.
'El nacionalismo y el patriotismo están disminuyendo'
Hoffman afirmó que la disminución del nacionalismo y el patriotismo podría ser otra barrera para animar a los consumidores a comprar productos australianos.
"El nacionalismo y el patriotismo están disminuyendo. Por ejemplo, realizamos otro estudio sobre el reclutamiento militar, que se vuelve cada vez más difícil a medida que disminuye el nacionalismo. Así que sospecho que lo mismo se podría traducir en comprar productos australianos", opinó.
El exjefe del ejército Peter Leahy también abordó el declive del patriotismo y el reclutamiento militar en una declaración de febrero, enfatizando la necesidad de un cambio cultural más profundo.
"Además de mejorar los mecanismos de reclutamiento, la tarea más importante es restaurar el orgullo y la pertenencia a Australia, así como el deseo de servir a la nación", afirmó.
"Esta es quizás la tarea más importante del gobierno, y debe ponerse manos a la obra".
Una campaña de "compra australiano" podría incitar a los compradores a reflexionar brevemente sobre la priorización de los productos australianos, pero Hoffman cree que no cambiaría significativamente sus hábitos de compra.
"Si uno es menos nacionalista y se motiva por el precio, en general, creo que esta campaña no tendría tanto éxito ahora como lo habría tenido hace 20, 30 o 40 años", afirmó.
"Creo que nos equivocaríamos al decir que la gente estaría reflexionando profundamente sobre esto".
¿Qué significa "Hecho en Australia"?
Los logotipos "Hecho en Australia" son comunes en las tiendas y presentan un canguro amarillo en un triángulo verde.
Los productos con el logotipo no son necesariamente de propiedad australiana, sino que deben haber pasado por su "última transformación sustancial" en Australia, según el sitio web Australian Made.
"Un producto se considera sustancialmente transformado en Australia si, este fue cultivado o producido en Australia, o si, como resultado de uno o más procesos realizados en Australia, el producto final es fundamentalmente diferente en identidad, naturaleza o carácter esencial de todos sus ingredientes o componentes importados", afirma el sitio web.
Es decir, no se exige que un porcentaje de los ingredientes o componentes provengan de Australia.
Más noticias en español:

SBS Examines: ¿Por qué estamos debatiendo sobre las ceremonias de “Welcome to Country”?