El fallo de un tribunal federal de Australia que consideró que el controversial impuesto a los mochileros, conocido como “backpacker tax”, es ilegal por discriminar sobre la base de la nacionalidad, ha ilusionado a miles de mochileros que desean que la decisión genere la devolución de parte de sus impuestos en el futuro.
El impuesto, implementado por el gobierno federal australiano en 2016, obliga a los extranjeros que entran a Australia con las visas 417 y 462 de turismo y trabajo (Working Holiday visa), y que perciban sueldos superiores a los 18,200 dólares, a pagar un 15 por ciento de impuestos por cada dólar que ganan. Los australianos que perciben los mismos ingresos están exentos.
La chilena Renata Carreño, quien llegó a Australia con una visa de turismo y trabajo, dijo a SBS Spanish que espera que la situación sea rectificada.
“(Espero) que haya una repartición por todo el trabajo, las horas y el dinero que nosotros pagamos pensando que eran parte de nuestras obligaciones al vivir en este país”.
Hoy en día enterarme que no era legal, y que nosotros formamos parte de la excepción a ese 15 por ciento, es entre frustrante y esperanzador.
Sin embargo, la Oficina Australiana de Impuestos (ATO, siglas en inglés) ya ha expresado su deseo de impugnar la decisión judicial.
La batalla legal podría continuar hasta llegar al Tribunal Superior de Australia.
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El impuesto australiano a los “mochileros” es ilegal y discriminatorio
El fallo del miércoles viene tras la demanda interpuesta por la mochilera británica Catherine Addy, quien llegó a Australia en 2015 y trabajó en el país en diversos puestos hasta 2017.
El juez John Logan, del Tribunal Federal de Brisbane, analizó tratados internacionales de doble tributación suscritos por Australia como parte del caso, y concluyó que el impuesto no podía ser aplicado a la joven que vivía en Australia con una visa de turismo y trabajo porque contraviene una cláusula de no discriminación en un tratado entre Camberra y Londres.
El juez consideró que el impuesto incumple acuerdos tributarios entre Australia y el Reino Unido, Alemania, Noruega, Chile, Japón, Finlandia y Turquía, que representan alrededor de la mitad de los turistas que llegan al país con visados de turismo y trabajo.
Para Renata Carreño, la discrepancia en las contribuciones es injusta, por lo que recibió la noticia con beneplácito.
“Saber que estaba pagando más que un australiano o una persona residente acá, en un principio era frustrante, pero después lo asumí que era parte del costo que uno paga al ser backpacker, pues estaba dentro del margen legal y así era entendido y explicado,” dijo.
“Hoy en día enterarme que no era legal, y que nosotros formamos parte de la excepción a ese 15 por ciento, es entre frustrante y esperanzador”.
Australia recibe cada año unos 150,000 turistas con visas que les permiten trabajar. La mitad de ellos podrían recibir reembolsos por los impuestos pagados entre 2017 y 2019, si se mantiene la decisión judicial.
Según Taxback.com, los mochileros contribuyen con 3,500 millones de dólares anuales a la economía australiana.